Alcira Figueroa | “Nos merecemos ese desprecio y ese descreimiento de parte de los pueblos originarios”

La diputada nacional, Alcira Figueroa, se refirió a la marcha que emprendieron integrantes de comunidades originarias, hacia la capital salteña para presentar al gobernador las diferentes problemáticas que padecen en el norte de la provincia.

Figueroa reconoció que la clase política y dirigente, por años utilizó el poder que sus cargos les asignaban, para el enriquecimiento personal, avasallando los derechos de los más vulnerables y que esto motiva la falta de confianza en intermediarios, lo que los obligó a dirigirse personalmente para hablar con el mandatario provincial, Gustavo Sáenz.

«Este descreimiento es total, como sociedad somos responsables de elegir y sostener a personas que no comulgan con los intereses de las grandes mayorías. La política muchas veces fue usada para enriquecimiento personal, no para dar respuestas a las necesidades de la población vulnerable. Los políticos nos merecemos ese desprecio y ese descreimiento de parte de los pueblos originarios. Incluso vi a funcionarios que compraron tierras en sus mismos territorios y están expandiendo sus producciones en tierras de originarios. Es muy común ver como intendentes, concejales y diputados adquieren tierras donde los originarios viven, y abusaron de su buena voluntad y de que los votaron, después se terminaron adueñando de sus tierras y enriqueciéndose. Es triste y vergonzoso», expresó la diputada en entrevista para el medio DNI.

Sostuvo también que las comunidades dijeron “Basta” a la situación de marginalidad que padecen y responsabilizó a ámbitos de gobierno y poder en la provincia, manifestó además, que según los relatos de las propias comunidades, las muertes por falta de alimentación son más de las que presentan las cifras oficiales y que no respondían a características compatibles con Covid 19.

«Las comunidades dijeron basta. Hay un antes y un después de esta marcha porque ellos vinieron soportando con toda la paciencia que los caracteriza. Hay un informe que no está publicado, pero se está hablando de 30 muertes en la zona por falta de alimentación, por enfermedades que se manifiestan con distintos síntomas, pero se sabe que es por la falta de agua y de alimentación, por desnutrición. Durante muchos años los pueblos originarios vivieron en una relación estrecha con su ecosistema, donde recogen sus alimentos del monte, o con una agricultura incipiente, pero dada la gran sequía y la situación de desarraigo y desalojo de sus propios territorios, esta situación se agravó, y aún más con la pandemia»,  describió la funcionaria.

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