Más de la mitad de los chicos de menos de 15 años viven por debajo de la línea de pobreza.
La pobreza entre los niños argentinos se mantiene en niveles elevados, al punto de que más de la mitad vive con sus necesidades básicas insatisfechas. Los datos oficiales del INDEC mostraron que el 54,3% de los menores de 15 años eran pobres en el primer trimestre de este año, una cifra que supera el promedio para la población total, del 40,6%.
Si bien el indicador mejoró respecto al segundo semestre de 2020, cuando era del 57,7%, la diferencia de 3,4 puntos porcentuales no se destaca como significativa. Los números no muestran una ruptura respecto a la pérdida de poder adquisitivo y de ingresos que se dio desde que inició la crisis de 2018, que fue agravada por la pandemia.
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Los chicos son el grupo al que más le golpearon las carencias, mientras que estas disminuyen su incidencia de acuerdo progresa la edad. El muestreo de la encuesta permanente de hogares explica que la pobreza es del 54,3% en el grupo de 0 a 14 años, del 48,5% en el de 15 a 29 años, del 36,3% en el de 30 a 64 años y tan solo el 13,8% en el de 65 o más, que abarca a los jubilados.
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El desagregado de los datos por edades para los menores que introdujo el INDEC en este reporte muestra la mayor concentración de la pobreza para los jóvenes de entre 12 y 17 años. Allí el 57,8% fue considerado pobre según los parámetros del organismo para el primer semestre. Entre los chicos que tienen entre 6 y 11 años hay un 54,9% de pobreza y entre los que tienen 0 y 5 años hay un 50,8%.
Después de conocidas las cifras de pobreza, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, afirmó que el Gobierno nacional va a «redoblar los esfuerzos» para generar «trabajo genuino». A nivel general, el 40,6% del país fue pobre en el primer semestre del año.
«Si bien vemos un cambio de tendencia, porque hay una disminución pequeña y en la provincia esta disminución ha sido aún mayor, cuando uno mira el indicador objetivo nos duele y mucho», planteó Manzur. En conferencia de prensa desde la Casa Rosada, señaló que la «instrucción» del presidente Alberto Fernández es «redoblar los esfuerzos en pos de generar trabajo genuino, cambiar esta situación de emergencia de planes sociales por trabajo, generar confianza para traer inversiones y agregar valor a lo que producimos».
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A nivel regional, la pobreza fue más significativas en el norte del país, donde las tasas rondaron el 45%. En el Gran Buenos Aires la cifra alcanzó el 39,2% aunque con una gran disparidad entre la Ciudad y el Conurbano ya que mientras en la primera fue del 13,9%, en el segundo llegó al 45,3%. Por su parte, la Patagonia fue la región con índice más bajo (34,4%).
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Desde el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas esgrimieron que las cifras revelan “la consolidación de un piso de pobreza e indigencia más elevado que en la prepandemia”. “Lo preocupante es que, al comparar con los niveles previos a la pandemia, los niveles actuales de pobreza se mantienen por encima incluso del peor momento de la recesión provocada por la gestión de Cambiemos”, analizaron. En efecto, la pobreza está 3,5 p.p. por encima del cuarto trimestre de 2019. Por su parte, la indigencia trepó 1,7 p.p.
El centro de estudios que coordina economista y director del Banco Nación Claudio Lozano planteó que “más allá del ejercicio estadístico, ahorrarle sufrimiento social al pueblo argentino exige poner en el centro de la discusión cuales son las mejores estrategias para impulsar ya un shock distributivo que mejore de manera inmediata la distribución del ingreso, y por esta vía expanda la demanda en el mercado interno acelerando la tasa de crecimiento”. Esta definición, enfatizó, “debe empalmarse con un programa de largo plazo que transforme la estructura productiva en base a la incorporación de progreso técnico y el ahorro de divisas vía el impulso de una estrategia de sustitución de importaciones”. (Destape web)