Dos encuestas concluidas esta semana -una a nivel nacional y otra en la provincia de Buenos Aires- arrojaron un resultado similar: alrededor del 70% de los encuestados se mostró a favor. Comenzará a regir en todo el país a partir del 1º de enero para eventos masivos.
El pase sanitario es una disposición que ya se aplica en varias partes del mundo y permite conocer si la persona está vacunada y con cuántas dosis. Aquí, además de Buenos Aires, ya la adoptaron Tucumán, Salta y Jujuy, entre otras jurisdicciones, que la pusieron como requisito para participar de eventos de más de mil personas pero también para realizar trámites en organismos públicos e ingresar a lugares cerrados como restaurantes y bares. Desde sectores de Juntos por el Cambio, y libertarios salieron a impugnarla tildándolo de anticonstitucional porque supuestamente restringe derechos y libertades.
Ante el súbito crecimiento de contagios en los últimos días, dos consultoras salieron a medir el grado de apoyo a la medida. A nivel nacional, el sondeo realizado por Zuban Córdoba y Asociados mostró que quienes están «muy a favor» alcanzaban el 52,6% y «algo a favor» el 16,7%, llegando la suma de ambos al 69,3% de respaldo al pase sanitario. Coincidentemente, Proyección Consultores exhibió que quienes están «muy a favor» del pase en la provincia de Buenos Aires eran el 45,9% de los consultados mientras que quienes simplemente se mostraban «de acuerdo» sumaban otro 25,5%, con lo que el porcentaje total escalaba hasta el 71,4%. En este sondeo bonaerense, quienes se mostraron en contra el pase no alcanzaron ni el 18%. A nivel nacional, el rechazo fue un poco más elevado.
Uno de los objetivos del pase sanitario es obligar a vacunarse a las personas que todavía no lo hicieron. La reacción fue clara en el caso de Tucumán, la primera provincia en implementarlo a partir del 1º de diciembre, donde se pasó de un promedio de 8 mil vacunados a 20 mil por día, más que el doble. El fenómeno tuvo su réplica en la provincia de Buenos Aires, incluso a mayor escala ya que se triplicaron los vacunados. Esto le genera un nuevo conflicto ideológico a la oposición de derecha, que busca en público mostrar un equilibrio imposible entre las medidas de prevención y posiciones libertarias. «El beneficio de la medida no es significativo», aseguró días atrás el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, para justificar que no pusieran en práctica una medida similar a la adoptada por la Provincia y así mantener la lógica del AMBA, como se hizo durante los momentos críticos de la pandemia. No obstante, aclaró que la Ciudad se acoplará al pase sanitario nacional cuando comience a funcionar. (Destape web)