Tras la caída de la ley ómnibus, el Gobierno del presidente Javier Milei inició su venganza fiscal contra las provincias y los gobernadores. Aunque ya lo había anticipado en la campaña electoral de su candidatura a presidente, finalmente Milei hizo efectiva la eliminación de los subsidios en el transporte a las provincias, lo cual hace temer a las cámaras del sector y a los usuarios por una suba de hasta 800 pesos cada boleto. Esta vez, con la caída de su proyecto en Diputados, el presidente tiene la excusa perfecta para complicar financieramente la economía en las provincias.
«A partir del corriente año, se elimina el Fondo Compensador del Interior, cuyas sumas también eran recibidas por empresas prestatarias de los servicios del resto del País, o sea, fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)», anunció este jueves un comunicado de la Secretaría de Transporte, ahora dependiente del Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo.
Según pudo de fuentes del Palacio de Hacienda, la eliminación del Fondo Compensador del Interior es de aplicación inmediata. Es decir, ya no llegará un peso a las provincias para subsidiar el boleto de colectivo.
Lo que únicamente quedará como aporte del Estado nacional al interior serán los descuentos por la tarifa social, pero destinados directamente a los usuarios y no disponibles en donde no se utiliza la Red SUBE.