(por Marib Risso) – El reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló que la inflación en Argentina durante el mes de febrero fue del 13,2%, una cifra que, si bien marca una desaceleración respecto a meses anteriores, aún se mantiene en niveles preocupantes para la economía del país. Este dato, aunque por debajo de las expectativas del mercado que apuntaban hacia un 15%, refleja un contexto económico que angustia.
Durante los últimos meses, hemos sido testigos de una tendencia al alza en los precios, con incrementos significativos que han impactado en el bolsillo de los argentinos. La suba del 20,6% en enero y del 25,5% en diciembre del año pasado son ejemplos claros de la volatilidad que caracteriza a la economía del país, sin embargo, la desaceleración que muestran los datos del mes de febrero, no logran llevar calma. Las y los argentinos no pueden celebrar con la misma euforia que manifiestan el mandatario nacional y su gabinete, el nuevo informe comunicado por el INDEC. Los funcionarios celebran una inflación, que solamente en un mes, alcanza el triple de la inflación de otros países de la región.
Al desglosar los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, se observa que algunos sectores han sido más afectados que otros. La división de Comunicación registró un aumento del 24,7%, impulsado principalmente por los incrementos en los servicios de telefonía e internet. Asimismo, el sector del Transporte experimentó un incremento del 21,6%, debido a las subas en las tarifas del transporte público. Los datos no son más que el reflejo de la impotencia y la preocupación que padece día a día la sociedad en sus bolsillos.
El panorama se torna aún más incierto, cuando los especialistas se remiten a proyecciones futuras. Los analistas estiman que los datos reflejarán un rebote de la inflación en el mes de marzo. El índice de precios que elaboró la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), “registró en la primera semana de marzo un alza del 5,7%, la mayor suba semanal desde comienzos del año. Trepó un 15% frente a la primera semana de febrero y 304,7% en la comparación interanual”, señaló un informe presentado por el medio digital Ámbito, en el que se vuelve a poner el foco sobre el destino económico, de las actuales políticas implementadas por el ministerio de Economía de la gestión Mileista.
Si bien la desaceleración de la inflación en febrero, podría interpretarse como un indicio positivo, ningún sector celebra los nuevos datos y observan con preocupación el escenario total y lo que deviene a una población severamente castigada por el ajuste indiscriminado y la pérdida de puestos laborales en cifras masivas a lo largo y ancho del país.
Eliminación de la obra pública en las provincias, despidos y suspensiones masivas de puestos de trabajo relacionados a la construcción, caída estrepitosa en las ventas, eliminación al subsidio en el transporte público, la quita del fondo incentivo docentes y su consecuente disminución salarial, la licuación del ahorro a la clase media por la baja en los intereses de los plazos fijos y fondos de inversión y la última estocada…la apertura a las importaciones que amenaza con poner en jaque a los emprendedores nacionales y los puestos de trabajo que generan día a día y que contribuyen a movilizar el circuito económico de la Argentina.
Esta última disposición del gobierno obligó a la UIA a expresarse ante la caída que viene sufriendo la actividad industrial y criticó los beneficios que se ofrecerá a los importadores. Desde el sector, lejos de ver una solución en la apertura, señalan que la salida va por otro lado, y se refiere a la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de política industrial para potenciar la producción la producción de las pymes y el crecimiento de las economías regionales para generar nuevos puestos de trabajo.
(por Marib Risso)