Cristina Fernández de Kirchner volvió a presentarse en Comodoro Py para declarar en el juicio relacionado con el intento de magnicidio que sufrió el 1 de septiembre de 2022.
Valiente como siempre, Fernández de Kirchner se mostró con más coraje que muchos, cuestionando el papel de los militares y criticando a aquellos que considera que actúan al servicio del imperio, incluyendo a los amigos del FMI que, según ella, facilitan el saqueo y el robo.
A pocas horas de su declaración en el juicio oral contra los autores materiales del intento de asesinato, la expresidenta criticó la decisión de la jueza María Eugenia Capuchetti de elevar la causa a juicio oral sin investigar a los autores intelectuales y financiadores que, según ella, están protegidos en Comodoro Py. La expresidenta se refirió a la denominada «pista Milman», que involucra al ex asesor de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y los pagos de la empresa «Caputo Hermanos» —vinculada al ministro de Economía Luis Caputo— a los integrantes de Revolución Federal. Fernández de Kirchner también criticó el tratamiento mediático del caso, señalando que el diario Clarín, tras el atentado, había titulado: «La bala que no salió, pero el fallo que sí saldrá», y añadió que si la bala hubiera salido, el título habría sido: «Finalmente, Cristina no supo esquivar la bala».
En cuanto a la otra causa, relacionada con el posible financiamiento del atentado, se investiga el papel de la empresa Caputo Hermanos, propiedad de los hermanos del ministro Luis “Toto” Caputo. La investigación ha confirmado que Jonathan Morel, uno de los líderes de la agrupación Revolución Federal y vinculado a los acusados del intento de magnicidio, facturó a la empresa hasta agosto de 2022, un mes antes del atentado