ORÁN: DE FOCO DE CAOS A PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN

Columna de opinión de Nolverto Guerra, especial para el cronista

La conocida Playa de Concentración en Orán, conocida por años como un centro de problemas tanto para las autoridades municipales como para las fuerzas de seguridad, sigue siendo un tema polémico. Este espacio, que originalmente nació para organizar el funcionamiento del comercio fronterizo informal, se convirtió con el tiempo en un punto de encuentro caótico, donde cientos de colectivos, camionetas y autos de distintos puntos del país convergen.

La actividad en esta playa no solo expone el drenaje de miles de millones de pesos que salen de Argentina hacia Bolivia en busca de precios más bajos, sino también la falta de control sobre los productos que cruzan la frontera. En este contexto, es evidente que la informalidad encubre otras actividades ilícitas. Sin embargo, hasta ahora, ningún programa oficial ha logrado ofrecer una fuente laboral legítima que sustituya esta economía irregular que, aunque problemática, genera sustento para muchas familias.

El control por parte de Gendarmería y otras fuerzas se ha visto superado, a pesar de su creciente presencia en la zona. El último intento por imponer orden derivó en enfrentamientos que lamentablemente cobraron la vida de un trabajador de frontera, marcando un punto de inflexión en la gestión de esta problemática.

Plan Güemes: más promesas que soluciones
La ministra de Seguridad de la Nación, consciente de este escenario desde su gestión anterior, impulsó el Plan Güemes junto a las autoridades provinciales y municipales, con el objetivo de imponer orden. Sin embargo, el plan parece más un compendio improvisado que una solución estructural para reemplazar el trabajo informal con empleo legítimo.

Cierre de la Playa Municipal: ¿qué sigue?
La decisión del intendente Baltazar Lara Pérez Alsina de cerrar la Playa Municipal busca poner fin a esta incómoda situación, aunque no está exenta de cuestionamientos. Ya se habla de un proyecto para trasladar estas actividades a un predio privado, donde exfuncionarios y empresarios controvertidos estarían encargados de su adecuación.

La falta de participación del Concejo Deliberante en las decisiones y la incertidumbre sobre las condiciones del nuevo espacio generan dudas entre quienes dependen de esta actividad para subsistir. «Nos vamos… ¿pero a dónde?» parece ser la gran pregunta que queda por responder.

La transformación de la Playa Municipal no será un camino fácil ni inmediato. Las reglamentaciones necesarias, las condiciones del nuevo predio y la resistencia de los actuales usuarios son solo algunos de los desafíos que el Ejecutivo Municipal deberá enfrentar si quiere que este cambio realmente signifique progreso para Orán.

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