Por David Torrejón
Para frenar la avanzada neoliberal, empeñada en la eliminación de derechos constitucionales, el desguace del Estado, la entrega de la riqueza nacional, la destrucción y endeudamiento del país; se requiere la reorganización de las expresiones populares, de manera urgente, imaginativa y orgánica. A falta de un líder unificador debemos pensar en construir un cuerpo colegiado con representantes genuinos y desde allí reconstruir todo el arco peronista. Es necesaria una reacción rápida de un movimiento que debe volver a ponerse al frente de esta batalla política y social.
También vencer algunos escollos tales como la estigmatización de mostrar a personajes como Luder, Iglesias, Menem, Fernández y generalizarlos con todos los peronistas; que la culpa del endeudamiento es a causa de gobiernos populares, que el peronismo viene gobernando hace más de 70 años, que la causa de la grieta es la justicia social, etc. Esto implica realizar una crítica a fondo del porqué no se quiso,
Al PJ, lo infiltraron, lo corrompieron, lo desnaturalizaron, y lo convirtieron en un feudo. Lo transformaron en un círculo cerrado, sectario, manejado por unos cuantos, sin ninguna intervención de sus afiliados, y que solo sirvió para lograr sus pasiones, ambiciones e intereses, lo cual provocó su detención, su retroceso y hasta puede provocar su destrucción.
No sienten el peronismo, no lo entienden no lo practican por lo tanto no son peronistas son personas que pretenden valerse del peronismo, de sus símbolos de los esfuerzos militantes; esos deben ser desenmascarados y expulsados del peronismo. Ejemplos repudiables, son los diputados nacionales de UxP, Outes, Caletti, Vega , que a excepción de Estrada, hoy están en un bloque aparte y han aprobado la entrega y destrucción del país; otro tanto representado por el neoliberalito tucumano Jaldo , o el cuasilibertario catamarqueño Jalil , pasando por el cordobesista Llaryora ; o regresando a Salta, el indio Godoy con su “pan peronismo” o Kosiner con “la federación de peronismos”; si los viera el general….
El peronismo y su doctrina el justicialismo, es una filosofía de vida, sencilla, profundamente nacional, popular, humanista y cristiana; un sistema de pensamiento con sus valores y categorías con su propia concepción del hombre, de la familia, del estado, de la libertad, de la justicia, del trabajo, de la economía, de la organización social y política, del pueblo y de una propia visualización del mundo y sus relaciones. Su misión no es callar y encolumnarse detrás de nadie. Es promover la movilización, el debate y la participación; apoyar, acompañar y facilitar los aciertos de sus dirigentes, pero también cuestionar, advertir y hasta enfrentarlos si se olvidan o defraudan su compromiso popular.
Es necesario e imperioso tomar posición desde este legado doctrinario y dar el debate en todos los campos y materias, con orgullo, convicción y militancia por todos los medios, hasta reconstituir la comunidad organizada y actualizar el proyecto nacional.