Un nuevo récord de 561 fallecimientos diario significa un inmenso dolor para cientos de familias argentinas y demuestra que ante una amenaza real las medidas de cuidado siguen siendo extremadamente necesarias.
Si bien se logró amesetar el aumento de contagios, los fallecimientos se incrementaron un 86% respecto a la semana anterior. La ocupación de camas de terapia intensiva en la zona más poblada del país supera el 76%.
Gracias al plan de vacunación, la proporción de internaciones de adultos mayores y trabajadores de la salud disminuyó; no obstante, aumentaron los casos entre personas jóvenes provocando que casi el 60% de los internados sean menores de 60 años.
Cada vacuna es una dosis de esperanza. A pesar de la escasez global, ya conseguimos traer 10 millones a la Argentina. Contrasta con esto la especulación política de unos pocos, actitud reprobada por la ciudadanía que nunca perdió de vista al cuidado de la salud y al sostenimiento de la economía como sus prioridades vitales.
