El reconocido militante radical, Carlos Barreto, en un contundente mensaje a sus pares, lamentó la situación actual de la Unión Cívica Radical en la provincia.
“Estamos en una situación de precariedad institucional” afirmó el dirigente y adjudicó la falta de interés en convocar a reuniones partidarias, a maniobras que apuntan a la prórroga de los mandatos.
“Se acaban de vencer los mandatos, el 9 de septiembre, por lo tanto no existe el partido ni existe la dirigencia. No quieren convocar a reuniones, precisamente bajo el pretexto de la pandemia, cuando se hicieron hasta elecciones generales como en Bolivia por ejemplo, por lo tanto, lo que están haciendo es una maniobra de dilación para auto prorrogarse los mandatos. Además de estar por fuera de las normas internas del Partido de la Carta Orgánica, es antidemocrático”, afirmó el dirigente, en entrevista para el programa Convicciones Políticas, emitido por la señal de Canal 2 de Salta, y en co producción con El Cronista de Salta.
Barreto difiere de gran parte de sus pares militantes de la UCR y cuestiona a Mario Mimessi por haber permanecido al frente del partido al mismo tiempo que se desempeña en un cargo ejecutivo, en la localidad de Tartagal. “El intendente, a partir de ser electo, dejó de ser precisamente autoridad del partido. Nosotros diferenciamos el partido, del gobierno. Cualquier dirigente partidario que asume un cargo ejecutivo, inmediatamente hay una incompatibilidad manifiesta, lo dice el artículo 59 de la Carta Orgánica. Por lo tanto, no tenemos partido, ni autoridades. Cualquier dirigente que se precie o vaya a algún diálogo del gobierno, lo hace por los mismos motivos por los cuales yo estoy acá, en tono absolutamente personal”, sentenció Barreto.
Un partido nocivo y sin identidad
Barreto no dejó tela por cortar y siguió cuestionando, pero esta vez a los neo radicales, echó mano a la formación de los militantes y otro poco a la historia argentina, para concluir en que “la dirigencia no está formada para conducir un partido”.
“Creo que la dirigencia del 80 era una dirigencia formada. Nosotros no éramos antiperonistas, habíamos aprendido lo que significó la división del pueblo argentino entre peronistas y no peronistas y en el ´83 dejamos de serlo. Nosotros no reivindicamos la grieta. Después de 37 años aparece Cambiemos, como una expresión del antiperonismo. Me parece que es absolutamente regresivo. Considero el partido conducido por estas personas, como un partido nocivo y sin identidad, sin capacidad para decidir nada, abocado solamente a la especulación electoral. Tal es así que hace un par de años cuando iniciamos las elecciones, dos horas antes de arreglar con Olmedo, estuvieron con Gustavo Sáenz. Esta falta de orientación de incapacidad para definir el futuro es propio de una dirigencia que no está formada para conducir un partido”, aseguró sin prisas el polémico dirigente.