Fundación Encuentros | Cómo trabajan jóvenes y adultos con discapacidad, en tiempos de Pandemia

Profesionales de la Fundación Encuentros trabajan con personas jóvenes y adultos mayores con diferentes discapacidades, con talleres, estimulación y afecto. La emergencia sanitaria desafió el acompañamiento de los y las profesionales, pero la tecnología y el apoyo de familiares y cuidadores permitió nuevamente el reencuentro.

Claudia Liliana Oviedo es Licenciada en Psicología y María José Andreoni, Licenciada en Trabajo Social, ambas colaboran en la Fundación Encuentros, junto a un grupo de profesionales que llevan adelante la tarea de educar, cuidar y contener. En entrevista para el programa Convicciones Políticas, emitido por la señal de Canal 2 de Salta, y en co producción con El Cronista de Salta, Oviedo y Andreoní comentaron que la Fundación cuenta con una población de adultos con diferentes tipos de discapacidad, algunos de ellos con retraso mental en diferentes niveles.

Cómo influyó la llegada de la Pandemia a la Provincia

“Trabajo desde el año 2017, este año empezamos las actividades normalmente y nos tocó la pandemia, tuvimos que parar es una situación que atravesó todas las esferas de la vida. Nos tocó reacomodar, no se sabía cómo íbamos a seguir ni el tiempo que íbamos a estar de esta forma. Lo primero que se hizo fue contactarnos con los chicos para socializar, para que no pierdan el contacto con los docentes y con los otros compañeros. La intención al principio fue esa hasta que se organizó de otra manera, se empezaron hacer video llamadas en grupo y una contención psicosocial a la familia y sobre todo a los chicos en particular. Costó bastante porque no todos tienen los aparatos tecnológicos para la virtualidad y necesitamos Sí o sí del apoyo de alguien que esté dispuesto a facilitárselos y una persona que los acompañe en ese momento”, comentó Claudia Oviedo.

Una nueva forma de abordar los desafíos

“Lo que nos trajo la Pandemia fue Creatividad”, sostuvo la Licenciada María José Andreoni; y agregó que procuraron trabajar en la articulación y un diálogo permanente, pese a las circunstancias.

“Tuvimos que ver la forma de hacer los talleres tangibles y pensar de qué manera podemos llevar esto a la casa. No sólo necesitábamos de medios tecnológicos, como ser una computadora o un celular, sino que además necesitábamos del acompañamiento de familiares y del entorno personal. Fue un desafío y a través de WhatsApp podíamos hacer la video llamada. Podemos contactarnos con quienes necesitaban volver a “Encuentros”, porque la Fundación no es solamente un Centro de Día, sino que además es un centro de contención. Nos volvimos a comunicar, estamos tres jóvenes, yo y un profesor de radio y ahora, de pronto, nos vemos habituados a la pantalla y a comunicarnos constantemente”, explicó.

Cómo afectó la pandemia las emociones de las personas con discapacidad

La licenciada Claudia Oviedo expresó que tras restablecer la comunicación con los jóvenes que asistían a la Fundación, pudieron determinar cambios en las emociones de sus estudiantes, ya que al tratarse de personas adultas en su gran mayoría, sus padres o cuidadores también son personas que por la emergencia sanitaria se encuentran incluidos dentro del grupo de riesgo, con lo cual veían impedidas sus posibilidades para salir a inmediaciones de su domicilio, cuando fueron autorizadas las salidas recreativas para personas con discapacidad. Este factor de aislamiento influyó directamente sobre sus emociones y su manera de expresarse ante la dificultad.

“Se vio en general, que empezaron a desarrollar ansiedad, que se podía transmitir con palabras en algunos casos. No todos tienen una comunicación muy fluida, algunos mostraban enojo y los chicos que no podían transmitirlo, simplemente en ellos se veía el llanto descontrolado. Nadie sabía cuánto iba a durar y de hecho lo estamos transitando aún, entonces, el poder encontrarse con los otros chicos hizo que puedan bajar la ansiedad y se han habituado. En mi caso requiero de un llamado personal, hablo con cada uno de ellos y después en grupo, es imprescindible mantener el contacto para la socialización”, sostuvo Oviedo.

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La inquietud recurrente y con más frecuencia en el actual contexto sanitario, está referida a la situación de las personas con discapacidad ante la pérdida de los padres o cuidadores más cercanos, que se ocupan de su atención y generan un importante vínculo con ellos.

“La Fundación trabaja en la planificación de Residencias Autogestivas” comentó la licenciada Andreoni, para que los jóvenes puedan estar donde quieren estar. “Los Centros de Día y la Fundación Encuentro, tienen una perspectiva de autonomía y nos permite pensar que en el transcurso en el que ellos transitan por el centro, pueden ir desarrollando y acercándose a la autonomía y a la independencia. Esto no quiere decir que no necesite un acompañamiento o una asistencia cuando los padres ya no estén. Muchas veces los hermanos no quieren o ellos mismos no quieren estar con los hermanos. Entonces creo que es una deuda en el área de discapacidad, pensar en residencias autogestivas, que es algo que veníamos charlando y ver de qué manera se puede armar este dispositivo para que estén en donde quieren estar ellos”, finalizó la licenciada.

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