Presupuesto 2021 | Sin perspectiva de género, no hay inclusión posible

La ausencia de una economía feminista en Salta Una economista, una contadora y una legisladora manifestaron que en la provincia no existe interés por generar una inclusión real de las mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ.

Salta volverá a tener presupuesto para 2021 después de que el Senado lo convirtiera en ley en su última sesión. Sin embargo, poco se dijo de la evidente carencia en perspectiva de género que se advierte en la distribución de los números, aún cuando este año se prorrogó por dos años más la emergencia pública en materia social por violencia de género, que existe en la provincia desde 2014. 

Salta/12 dialogó con una economista, una contadora y una legisladora que coincidieron en que en la provincia no existe un interés por generar una inclusión real de las mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+, y que se evidencia, aún más, en los montos destinados para las políticas en materia de prevención de la violencia de género.

La economista Dora Nieva dijo que si se parte del concepto de una economía feminista, que pone el foco en la interacción de las personas y el modo de relacionarse de los géneros, se pueden analizar otros aspectos, como la calidad de vida, la distribución de las riquezas y en cómo menguar esas desigualdades. El el caso contrario a la mirada ortodoxa de la economía clásica que hace hincapié en el mercado. 

Nieva dijo que el presupuesto provincial «se sigue armando con una visión convencional». «Sólo en una parte de él se habla sobre la equidad, pero de todos modos no aclara cómo» garantizarla. En ese sentido, dijo que no se debe tener en cuenta «solamente la identidad de los programas que están dirigidos a las mujeres, sino cuáles son las acciones destinadas a mitigar las desigualdades» en la totalidad y «esa es la mirada que falta». 

Nieva sostuvo que si bien pueden existir otras acciones que tienden a disminuir la desigualdad y que pueden encontrarse en otras áreas, afirmó que el presupuesto salteño «no está formulado con esa perspectiva»

En tanto, la diputada oficialista Silvia Varg afirmó que «el género ha sido excluido» y que es evidente que «no hay perspectiva de género en ninguno de los presupuestos». Aún así, dijo estar esperanzada de que pueda cambiarse en algún momento. 

La legisladora reprochó que lo aprobado «destina escaso dinero» para prevenir y erradicar la violencia de género, y «ni hablar» de políticas que tengan como beneficiarias directas a las personas de comunidad LGBTIQ+. «Nos deben mucho a las mujeres y diversidades de Salta», manifestó.

Por su parte, la contadora Adriana Farah dijo que el presupuesto aprobado se basó «en continuar priorizando la atención de las necesidades sociales de la población». Se preguntó si las demandas de las niñas, mujeres y disidencias son parte de esas necesidades, y concluyó que no. 

Farah dijo que dentro del Ministerio de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia se pueden ver montos mínimos y alarmantes, a pesar de que tratan de forma directa a las mujeres y las diversidades. Para la Secretaría de Derechos Humanos se destinaron $786 mil; para la Asistencia y Acompañamiento a Víctimas de Delito, unos $ 8 millones, y para la Protección y Promoción de Derechos Humanos, más de $1.8 millones.

Pero cuando se llega a la asistencia directa de casos de violencia, los números disminuyen considerablemente. Sólo para el Programa de Atención a las Víctimas, se destinaron $116.667. Varg cuestionó que en este programa incluso no se diferencie a las víctimas de violencia de género de víctimas de ptras situaciones. 

Además, para el Programa de Capacitación Obligatoria de Género y para el Programa de Intervención con Agresores, se destinaron apenas $250 mil para cada uno. 

Nación marca la diferencia 

En el caso de la Agencia de las Mujeres, Género y Diversidad, la representación institucional de mayor jerarquía que tiene el Ejecutivo en la temática, sólo recibirá $500 mil. En ese sentido, Farah manifestó que dado que el Estado Nacional creó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad (MGyD)«los feminismos en Salta esperábamos similar Ministerio dentro del Estado provincial» o «tal vez, una Secretaría o quizás una Subsecretaría».

En comparación al presupuesto nacional, la economista Dora Nieva dijo que éste, está armado con una perspectiva de género. Prevé 55 partidas que figuran con la etiqueta “PPG” (Políticas con Perspectiva de Género) y que suman más de $1.3 billones.

La principal partida es la correspondiente a Prestaciones Previsionales por Moratoria Previsional, de la ANSeS y dirigidas en un 74% a mujeres. Además, se creó el propio Ministerio de las MGyD, con un presupuesto superior a $6 mil millones. Esto representa un incremento de 13 veces respecto al presupuesto del ex Instituto Nacional de las Mujeres (INAM).

Farah agregó: «no faltará quién nos diga que ahí tenemos el Observatorio de Violencia contra las Mujeres», pero se preguntó si también se dirá que sólo le fueron destinados $ 6.467.111. Según consta en su web oficial, el Observarorio tiene la visión de «lograr que las mujeres salteñas víctimas de violencia se sientan respetadas, amparadas y protegidas por el Estado Provincial».

En ese sentido, la contadora lo comparó con la asignación del presupuesto a los Servicios de la Deuda Provincial. Allí, se dieron casi $4.850.944.702 para intereses y más de $6.177.589.546 para el capital. «Lo que se destina al Observatorio es el 0.0013 % de los Intereses de la deuda», alertó. 

«Pero más interesante es saber que los recursos que se obtienen de lo que se llama Impuesto Inmobiliario Rural es apenas el 0.76 % del total de recaudación tributaria», agregó. Consideró que si este impuesto se cobrara «con justeza y justicia» a dueños de tierras que ameritan para el Impuesto a las Grandes Fortunas, «podría atenderse con justeza y justicia también las demandas de la problemática de niñas, mujeres y disidencias».

También cuestionó la falta de refugios para las víctimas de violencia de género y la ausencia de generación de trabajo para lograr la independencia económica y lograr una autonomía en los proyectos de vida de las mujeres y diversidades. 

Analizar con visión de género

Nieva dijo que «hay que empezar a analizar el presupuesto con esta visión (de género) para poder buscar cuáles son las políticas definidas», sí las hay, desde el Ejecutivo provincial. En ese sentido, recordó que en gobiernos anteriores se financiaron programas de transferencia monetaria por contraprestaciones. Y entre ellos se dieron programas focalizados a mujeres que eran jefas de hogar. 

A modo de ejemplo, sostuvo que si el gobierno de Gustavo Sáenz hubiera pensado desde una economía feminista podría haber garantizado el boleto gratuito a las personas responsables de cobrar la Asignación Universal por Hijo (AUH). «Ahí podrías tener un beneficio directo» a las mujeres, expresó, dado que quienes cobran el beneficio, en un amplio porcentaje, son las mujeres, por aquello de la asignación histórica de las tareas del cuidado.  

En el caso de Salta dijo que no existen políticas activas que faciliten a las mujeres destinar parte del tiempo de las tareas del cuidado a la búsqueda de empleo, por ejemplo. Las mujeres destinan 6 horas y 30 minutos a esas tareas, versus 3 horas y 30 minutos de los varones. Esa amplia diferencia se hace evidente también entre ellas porque «las de mayores ingresos resuelven el tema pagándole a otras y así», dijo Nieva. 

También sostuvo que para analizar los presupuestos, éste se debe cruzar con la forma en que se financia, y actualmente eso se hace por la recaudación de los impuestos. «La economía feminista hace una mirada de ese recurso tributario porque en Argentina tenemos un sistema regresivo» en donde «no se tiene en cuenta los ingresos de cada uno porque vos pagás el mismo IVA que alguien de clase media o baja». 

La economista aseguró que ese sistema también genera desigualdades hacia dentro de la interacción de géneros «porque dentro de las clases bajas, las mujeres estamos más representadas». A modo de ejemplo, dijo que eso se puede ver en los trabajos más precarizados que tienen las mujeres y por ende, tienen menos acceso a la vivienda por los costos que implica. 

Señaló que la persistencia de las desigualdades y el crecimiento de las violencias de género se da porque «las mujeres no se pueden empoderar y no pueden escapar de esa trampas». Se avanzó en un discurso de igualdad, pero no hay un presupuesto que lo formalice, señaló. (Página 12)

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