Nadie sabe quiénes integran la privilegiada «mesa chica» de las decisiones finales que mueven en un ajedrez humano, las acciones de fondo en la política, nadie sabe tampoco, dónde, ni cuando se definió el desdoblamiento de las elecciones provinciales, respecto de las nacionales.
La derecha política y social de la provincia, conformada por los sectores de poder eclesiástico en Salta, junto a otros frentes que la sociedad desconoce y que ni imaginaría que pudieran formar parte, observaron con buenos ojos la presencia de Sáenz y aprovecharon su surgimiento en el PJ y junto al apoyo deliberado, lograron que el flamante abogado que fue haciendo carrera política desde muy joven, se adjudicara la victoria como nuevo gobernador, en elecciones democráticas, resultados que le otorgaron el respeto del electorado y de parte de la oposición en Salta.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo y las contradicciones en el mandatario salteño comenzaron a salir a luz, ante la prisa y la ansiedad que generan en las figuras políticas, las elecciones que se desarrollarán este año.
Mientras desde el ministerio de salud se lleva a cabo una incansable campaña para tapar los hoyos que quedaron pendientes de las gestiones pasadas en materia de salud pública, el gobernador busca la mejor estrategia para no perder apoyo legislativo en las próximas elecciones y el camino más viable fue el desdoblamiento, la separación de los comicios electorales de Salta, de los nacionales. Dispuestas y oficializadas, mediante el Decreto 39/21 se realizarán el próximo 4 de julio, el cronograma electoral ya fue enunciado por el “todopoderoso” doctor Guillermo Catalano, presidente del Concejo de la Magistratura, presidente del Tribunal Electoral y presidente de la Corte de Justicia.
Salta se convertirá en la primera contienda electoral del 2021, la provincia otra vez noticia nacional, por un nuevo mamarracho político. Los detractores dirán: ¿Invierno? ¿Pandemia? ¿Duplicación de los costos electorales en una economía salteña en crisis? El punto es que el fin le justifica los medios y no se diga más. Lejos quedó la imagen del gobernador al borde de la emoción pidiendo respeto y solidaridad con quienes tratan de evitar la propagación del virus Covid 19, que se estima será más agresivo en este invierno.
Gustavo Sáenz ya había sido favorecido por el ex gobernador Juan Manuel Urtubey cuando desdobló las elecciones en el 2019 para evitar que los votos a favor de Fernández – Fernández arrastraran a la derrota del actual ejecutivo salteño. Ahora el también tiene la facultad constitucional para convocar a elecciones o desdoblarlas.
El Frente de Todos, la Unión Cívica Radical, Ahora Patria y el Partido Obrero, y otros ya se manifestaron en contra, pero el oficialismo en Salta avanza. Lo único cierto es que nadie sospecha cual será la reacción de bronca de los ciudadanos que se sienten defraudados particularmente en el nuevo peronismo “tomado” por el Saencismo, sólo el Partido Obrero toma una posición individual, pero la realidad es que viene retrocediendo en votos. Por otro lado, desde otro sector, el peronismo se moviliza desde la Mesa de la Militancia y Unidos PJ para coordinar una convocatoria, tal parece que el Frente de Todos espera incorporar a los pejotistas disidentes, opositores a la influencia de Sáenz en el Partido Justicialista. ¿Definirá el pueblo en estas elecciones? Y si lo hace… ¿por quién?
