En el marco de la presentación del libro «Víctimas de la Justicia Patriarcal», de la senadora nacional mandato cumplido, Sonia Escudero, el Presidente y director de Innocence Project Argentina, Manuel Garrido, se refirió al vinculo con la autora de la obra, a través del Caso Clemente Vera, uno de los que la ex legisladora desarrolla en su análisis.
Síntesis
Mi vínculo con el libro se da a partir de las conversaciones con la autora sobre el caso de Clemente Vera, que es uno de los que utiliza para su análisis, a raíz de la participación en el caso de Innocence Project Argentina, organización que dirijo. El Proyecto Inocencia de Argentina patrocina a Clemente Vera ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación junto con el defensor José Humberto Vargas.
El minucioso estudio del caso Vera que realiza Sonia Escudero revela un entrecruzamiento de cuestiones sobre la justicia que han sido objeto de atención de los pensadores de diversas épocas.
Desde la agenda iluminista de división de poderes, independencia e imparcialidad de los jueces y eliminación de la tortura a la agenda feminista contemporánea aparecen vulneradas por las prácticas judiciales de Salta que describe.
Estas agendas también confluyen con la del movimiento de inocencia, preocupado por las fuentes de condenas erradas, como varias que concurren en el caso Vera, como las presiones políticas por cerrar el caso sin dañar la imagen provincial ni a sospechosos de clases acomodadas, la aplicación sistemática de la tortura, las irregularidades de los funcionarios judiciales, la falta de ciencias fiables y de conocimiento adecuado de la ciencia y sus límites por parte de los operadores del sistema de justicia, el extravío de pruebas esenciales, además del exagerado formalismo, la falta de racionalidad en la reconstrucción de los hechos y de perspectiva de género.
Sonia Escudero destaca adecuadamente cómo el proceder de la justicia de Salta incumple el deber de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y castigar la violencia contra la mujer, tal como exigen las convenciones internacionales y los precedentes de la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos.
En particular, el incumplimiento de las exigencias de que las investigaciones de violencia contra la mujer se desarrollen con seriedad, celeridad, exhaustividad, e imparcialidad, analizando todas las posibilidades y líneas investigativas para identificar y someter a juicio a todos los responsables.
La desviación de la justicia en perjuicio de otros colectivos subordinados como las mujeres, como ocurre en el caso de Clemente Vera, revela no solo una justicia patriarcal sino también clasista.
Que tampoco escucha a las víctimas, como a Jean Michel Bouvier, padre de Cassandre, quien sigue reclamando contra la condena de quien considera inocente del femicidio de su hija.
Los problemas de la justicia de Salta que describe con detalle Sonia Escudero se proyectan a la Justicia Federal, que demora años en resolver los casos que pueden saltar la brecha de recursos necesarios para llegar desde los superiores tribunales de provincia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Así ocurre en el caso de Clemente Vera, que sigue preso y esperando que la Corte federal resuelva un caso que tiene bajo análisis hace cuatro años.
Agradezco y felicito a la autora por echar luz con destreza sobre el caso de Clemente y sobre el sistema que hace posible tales injusticias, a la vez que propone vías para corregirlas, reflejo de la brillante legisladora que vimos en acción.