No es una buena noche para todos los argentinos, son más de 22.000 personas contagiadas, sólo en las últimas 24 horas.
Estos hechos llegan como consecuencia del desborde de la población que no tomó precauciones y de quienes sin preocupaciones circulan con el virus propagando la enfermedad. Los resultados: La ciudad de Buenos Aires al borde del colapso y en las demás provincias, la situación no es muy diferente, tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas.
A lo largo de estos meses hemos visto una gran campaña en contra de las vacunas, negando en una incomprensible rebeldía, cualquier medida que apuntara a disminuir el avance del virus entre la población, denunciando al presidente de la nación porque no querían las vacunas, movimientos de este tipo se reprodujeron también en Salta, de la mano de funcionarios del ala del macrismo, uno de ellos, el periodista y diputado Martín Grande, arengando marchas que soslayaban la pandemia.
Todas estos hechos tuvieron consecuencias que se tradujeron en contagios y muertes en los casos más severos. Más allá de que la segunda ola que ha llegado desde Europa y desde Brasil, esto contribuyó a un total desborde.
En las últimas horas, el poder ejecutivo elaboró un decreto de necesidad y urgencia y a través de cadena nacional comunicó las nuevas medidas de restricción y las actividades que se verán suspendidas por el momento, hasta que se pueda descomprimir el sistema de salud, que sigue poniendose al frente de este hecho dramático para muchos argentinos.
Sin embargo, la pregunta es, ¿Qué organismo o dependencia será la encargada de controlar un desborde que hasta ahora parece imposible de frenar?