Dicen por allí que en política todo es posible, y que uno más uno nunca es dos, en el arte de hacer política. Tal como se lo venía adelantando en nuestros medios la intención de Sáenz, con su emisario Pablo Outes y su peón Miguel Isa, era tomar de rehén al histórico partido fundado por Perón.
Para así lograr el disciplinamiento feudal a lo que ahora dicen llamarlo el frente de Sáenz. Es importante recordar que Sáenz, llega al poder junto al PRO de Mauricio Macri y fue uno de los principales referentes del peronismo local en cruzar de vereda durante la presidencia de Macri, para luego hablar pestes del peronismo.
Pero como el pueblo no tiene memoria, y el oportunismo político que nos tienen acostumbrado hace todo posible, ahora Sáenz ya no necesita del PRO de Macri, sino necesita del partido justicialista dirigido recientemente por Alberto Fernández. Es tal el oportunismo que ya al parecer no tienen memoria que de sus propias palabras surgió que “Que el peronismo era el culpable de la corrupción de nuestro país”, así también llego a decir que “él no le debía nada al peronismo”, siendo que en realidad fue senador por Salta capital representando al partido justicialista.
En términos claros con las recientes declaraciones hechas por su nuevo peón de estancia Miguel Isa, en una entrevista realizada con el periodista Jorge Villazon, el nuevo peón de Sáenz, ratifico que el partido justicialista formará parte del frente de Sáenz y que los candidatos los elegirá el frente, como así también los convencionales constituyentes saldrán de una nómina acordada por el frente. Es decir, la vuelta de la dedocracia en su más profunda expresión.
A la falta de elecciones internas y hay que sumarle la desconfianza que genera el voto electrónico, el cual aún no logra explicar cómo gano las elecciones para la intendencia Bettina Romero, siendo que prácticamente ni participo en campaña, no piso los barrios y solo salió en afiches en los medios de su padre.
Pero tal como lo adelantamos en el encabezado el arte de la política ha convertido hoy por hoy, el oportunismo, en una nueva forma de hacer política, en donde nuestros candidatos cambian de partido político sin pudor, critican lo que en esencia son, pregonan la trasparencia y no la ejercen. Es decir, son parte de una era en donde la política se ha convertido en quien puede construir la mejor estafa político social. (Fuente: www.nuevasalta.com.ar)