El gobierno provincial se vio forzado a cambiar las fechas de las elecciones en Salta, definidas para realizarse en plena temporada invernal, presionado por las crecientes cifras de contagios por coronavirus que volvieron a la provincia a la situación de fase 1. El gobernador Gustavo Sáenz anunció a través de sus redes sociales, que pospone la votación debido a la situación epidemiológica que atraviesa la provincia.
El reclamo llegó muy fuerte desde nación, en palabras del propio presidente de la república, Alberto Fernández, quien indignado por la obstinación del oficialismo salteño, utilizó a la gestión en Salta como ejemplo de inconciencia, frente a medios nacionales, por convocar a elecciones en pleno auge de la segunda ola de Covid 19 en el país, en el mes en el que las enfermedades respiratorias se propagan con mayor facilidad.
Sumado al reclamo nacional, la oposición en Salta se hizo eco de la demanda de cordura y comenzaron a circular videos de diferentes actores de la política local pidiendo al gobernador Gustavo Sáenz la inmediata postergación de los comicios y la unificación de fechas con las elecciones nacionales, no solamente porque el tiempo que transcurra permitirá llegar con la vacuna contra covid a más personas, sino también porque implicará el ahorro de varios millones de pesos para la provincia.
“Desde que asumí mi prioridad fue siempre la salud de los salteños y por ese motivo he decidido posponer las elecciones convocadas para el 4 de julio”
No obstante, a pesar de los argumentos gobernador a través de la red social del pajarito, el ala política sabe que tomó esa decisión, objetado por distintos sectores. En medio de una crisis económica y sanitaria, para la población la menor angustia es un acto eleccionario. La rabia desbordada desde el sector comercial y gastronómico llevó incluso a contemplar un escrache en la casa del mismísimo gobernador salteño, actitud que hubiera sido un escándalo llamativo para las pantallas de todos los medios, finalmente la decisión quedó sin efecto, pero el simple hecho de ser rumor preocupa también al mandatario un descontento social a poco tiempo de las elecciones. El objetivo es calmar las aguas, al menos temporalmente.
Sin embargo ahora queda flotando en el aire la pregunta sobre cual será la próxima fecha que se acordará para las elecciones. Sáenz anticipó que esto quedará a consideración del COE y a las autoridades del Tribunal Electoral. La simple acción generó inmediatamente la opinión y el nuevo reclamo, por dejar de lado a los otros sectores políticos que mantienen presencia Salta, quienes exigen ser convocados también para ser incluidos en el análisis de la situación, pero de inmediato Ricardo Villada, ministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia, anticipó que “En el COE están representados todos los sectores el Gobierno de Salta, los poderes Legislativo y Judicial, Ministerio Público y representantes de la comunidad como los nucleados en el Consejo Económico Social que reúne tanto cámaras empresariales como gremios”. La cuestión son los rumores que afirman que el COE también es oficialista y que no cuenta con la participación de ningún miembro de la oposición
Otro aspecto que será objeto de preocupación para el gobernador y su ministro Villada, es la Ley 8.225, sancionada en diciembre de 2020 por la Legislatura, un poryecto de autoría del mismo Ejecutivo para suspender excepcionalmente las PASO provinciales, dicha norma estipula los tiempos electorales, y su artículo 17 dice taxativamente que “En virtud de la suspensión de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias la convocatoria a elecciones será efectuada con una antelación no menor a cinco (5) meses al día de los comicios”.
Lo cual indicaría que se deberá convocar nuevamente a la legislatura para una nueva ley, ya que dicho artículo de una Ley que presentó el mismo gobierno y que la Legislatura acompañó, le impediría a Sáenz convocar a nuevas elecciones antes de octubre o noviembre, con lo que de sostener su decisión de desdoblar las elecciones, quedarán inmersas entre las PASO y las generales nacionales y hace mucho más factible y casi ineludible la opción de aunar el calendario electoral, algo que el mandatario quería evitar. La propuesta del Ejecutivo Nacional, y que ya tiene el acuerdo de todas las fuerzas políticas, es realizar la elección nacional el 14 de noviembre, un par de semanas más tarde de lo previsto (se debían hacer el 24 de octubre).
Ahora el Ejecutivo salteño y sus aliados se encuentran en la encrucijada de tener que optar por modificar o derogar una ley que ellos mismos presentaron y aprobaron o acogerse a ella y por lo tanto respetar los plazos allí estipulados.
