He nacido siendo machista, como todos los de mi generación, creyendo que había un predominio del Hombre sobre la Mujer, pero no nos dábamos cuenta de esto, porque ambos creíamos que era exactamente lo mismo: Que el hombre era más importante que la mujer.
El machismo es genético, después de miles de años, de predominio del hombre sobre la mujer, creo que nace por el hecho de que en los albores de la civilización, cuando se creía, por la fuerza física, que era más importante el hombre que la mujer. Se creía que en él se basaba la organización de la familia.
¿Porque nacemos con el concepto de que el hombre es superior a la mujer?
Encontré mi primera explicación sin tener nociones de Etnografía, antes predominaba la fuerza del hombre, después el hombre tenía que alimentar y defender a su familia, mientras que la mujer y los hijos iban por detrás con las cargas del camino. Tenían que migrar, debían asentarse en un lugar. Recién ahí fue mejorando la situación de la mujer porque el hombre perdía importancia. Pero pasaron los siglos, el machismo seguía vigente. El 25 de mayo de 1810, no había ninguna mujer en el Cabildo, ni en la declaración de la Independencia, en 1816, ni en 1853, en la Asamblea Constituyente, no hubo ninguna mujer, ni en la modificación de 1860, ni al año siguiente. En 1949, ya en el siglo XX, no hubo ninguna mujer.
Cuando se dicta la ley del voto secreto, universal y obligatorio, no la incluyen a la mujer, no podía votar ni ser candidata, tampoco tenía patria potestad, que es el derecho que tienen los padres y las madres de conducir la conducta de sus hijos, enseñarles, eso lo logró por fin la mujer hace no mucho tiempo en la Argentina.
Recién en 1952, después de una larga lucha, la mujer comienza a votar y ser elegida. Quién culmina esta larga lucha es Evita, logró que el Congreso, contra una opinión mayoritaria en contra, haga lugar al voto femenino y a la posibilidad de que puedan ser candidatas.
La razón por la cual no se quería o no sé permitía dar lugar a la mujer, era una razón machista.
Decían que si la mujer adquiría el derecho al voto y podía ser candidata, eso iba a destruir a las familias, porque era el hombre el que tomaba las decisiones. Si la mujer comenzaba a tomar decisiones contrapuestas a las del hombre, iba a destruir la familia.
Necesitamos incorporar a la mujer en las grandes decisiones que tome la conducción, lo necesita la humanidad y lo necesitamos los argentinos, los salteños especialmente. En la Universidad Nacional de Salta se reciben tres mujeres, por cada dos hombres, son casi siempre las portadoras de las banderas argentinas, en la escuela y en el secundario y los países mejor conducidos en este momento, son conducidos por mujeres.
En Salta también necesitamos que la mujer comience a ser protagonista. (Santos Jacinto Dávalos – en Palabras y Verdades)