La pobreza es la matriz del fracaso de la política y de la sociedad

La pobreza es la matriz del fracaso de la política y de la sociedad


Si bien, la pobreza, tiene varias aristas para abordarla, la realidad muestra que nadie aborda ninguna de esas aristas.

Claramente, cuando se habla de pobreza, se desvía cualquier planteo hacia las características de subsistencia para “conformar” engañosamente la desatención y el abordaje real hacia esta problemática por parte de la política y de la sociedad en su conjunto.
Esta situación es tan elocuente que en nuestro país podemos mencionar zonas pobres, con niños, mujeres y familias que se mueren de hambre, de desnutrición, y, en definitiva, del abandono del estado y de la sociedad.


Llegados a este punto uno puede afirmar que: ni si quiera hay abordaje mucho menos decir que “alguien lucha contra la pobreza”. Así la cosa el descuido es cada vez mayor y la pobreza pasa a ser una realidad con la que se convive, y que a muy pocos avergüenza que así sea.
Cuando analizamos esta problemática nos encontramos que:

1) No hay políticas de gobierno para combatir la pobreza.
2) No hay propuestas de los partidos políticos ni organizaciones no gubernamentales para combatir la pobreza.
3) Tampoco hay organización en ningún sentido que busque o pretenda hacerlo.
Si uno observa a la política y a los organismos no gubernamentales encuentra la siguiente matriz:
1) Un poco de disposición económica.
2) Digestos administrativos.
3) Leyes
4) Propuestas de latifundios modernos maquillados de “ayuda”.

Llegados a este punto es importante decir ¿Cómo se combate la pobreza?

En el norte del país el principal actor para que la pobreza permanezca y se profundice es el poder judicial a través de la quita de tierra y territorio fértil a las comunidades indígenas y criollos.

La tierra es un factor principal para abordar el tema de la pobreza.

El segundo actor es el político quien acompaña este despojo o arrebato, no solo en las comunidades indígenas y criollas, sino también en las urbanizaciones pobladas, sacando tierra fértil para destinarla a country o áreas privadas y ociosas. Se destinan áreas productivas de alimento para espacios de hábitat innecesarios. Solo por dar dos ejemplos.

El factor para combatir la pobreza es la optimización del recurso con el que se cuenta en favor de la comunidad o de la ciudadanía.
Hacer esto significa poner en valor no solo el recurso sino también a la comunidad y a la sociedad.

Poner en valor requiere, lógicamente, un abordaje integral, en donde se cambia la potencia de algo que esta en estado inútil hacia algo útil.
Logrado esto lo que se genera es un factor de desarrollo, que permite un seguimiento de crecimiento, con trabajo y conductas que se incorporan al sostenimiento de lo generado.

Tristemente nada de esto sucede, es por ello que la pobreza no es abordada y mucho menos combatida.
Las características de aquellos que no dan puntada sin hilo hace que la pobreza no pueda ser ni abordada ni combatida.
Dicho esto queda claro que se puede abordar y combatir la pobreza en el norte de Argentina, ya que se trata de una zona y un territorio optimo para la producción de alimentos. Esto significa a su vez trabajo genuino.

Lo que sucede cuando se llega a este punto es que se choca con el pensamiento “positivista” de eso que dice: “solo me importa yo y el resto me chupa un huevo”.
Ahí es cuando los esquemas para una mejora real y trasformadora fracasan, porque surge, como siempre, eso de la explotación del hombre por el hombre.

Hay varios escenarios en los que se puede hacer un abordaje real contra la pobreza, cada provincia y a veces lugar, tiene sus propias características y predisposición para determinadas acciones; lo que no hay es predisposición para querer hacerlo por parte de la política ni otros organismos.

La tendencia que ha empobrecido y llevado a la indigencia a muchos ciudadanos a sido dejar la actividad productiva para dedicarse hacia los “servicios”, esto claramente hizo que desvaneciera la generadora principal del trabajo que es la producción, y eso ocasiona los desfasajes entre la ocupación y la desocupación.

Argentina tiene características formidables pero esta equivocada en su rumbo de “servicios”, ahí esta el principal problema generador de pobreza e indigencia.

Para tapar la miopía el estado juega con subsidios y planes que no tienen que ver con la pobreza, solo con la subsistencia superficial, lo mismo hacen los organismos no gubernamentales con el asistencialismo de 10 minutos.
Es por ello que ninguna de esas acciones, realizadas de ese modo, son trasformadoras ni hacen un aporte, ni abordaje, ni combate hacia la problemática de la pobreza.

El descuido que han planteado como características los organismos de gobierno como los no gubernamentales, se nota en la desnutrición de los niños, mujeres, hombres y ancianos, o sea, en la población, la mala alimentación en el país de los alimentos no se puede justificar de ninguna forma.

Si a estos conceptos de pobreza, indigencia, desnutrición de la población, hay que sumarle el contexto de pandemia, es muy probable que las vacunas que deberían hacer un bien termine perjudicando a este sector de la sociedad ya que no podrá soportar, por la debilidad que tiene, los efectos que la misma requiere.

Por lo dicho, las estadísticas solo muestran parámetros estándares que no se ajustan a la realidad de las poblaciones del norte del pais, pero aun así, es posible cambiar la situación de muchos compatriotas ya que la tierra y los recursos están, son reales y solo requieren de la disposición del gobierno o de organismos no gubernamentales para poder hacerlo.
Ramón Francisco Antesana

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *