“Andate del Centro, querido Alberto”

Esto fue un verdadero papelón. Hicieron un papelón los encuestadores, hicieron un papelón los analistas e hicimos un papelón algunos periodistas. Hay que reconocerlo, porque hablar con la verdad es la única manera en la que uno puede resolver situaciones como estas.

No hay que entusiasmarse con la verdad que uno quiere escuchar, sino con aquella que emerge de los hechos. Aquí, lo que ha quedado expuesto es un grado de disconformidad muy grande, que quizás estaba solapado por otras cuestiones, entre las que resaltó que el gobierno nacional se vendió como gran solucionador de los problemas económicos y ha recibido un enorme bofetón.

Es necesario recordar que en 2019, el Frente de Todos llegó al gobierno por razones económicas, no porque Macri haya mentido más o menos, o porque Macri se abrazara con golpistas o porque a menudo se levantaba tarde y se retiraba temprano.

En 2019, Macri no perdió porque hubo presos políticos, perdió contra el Frente de Todos porque la economía macrista neoliberal fue un desastre.

La economía interna no supo remontar esta situación.

A agravar el ánimo devastado y agotado de la sociedad, se sumaron los de siempre: Los Grandes medios de Comunicación Neoliberales. Este es y seguirá siendo el condicionante de TODOS los gobiernos, no por nada Mauricio Macri ahora también es accionista de uno.

Los grandes medios en la Argentina son neoliberales, el gobierno hizo poco para desmontar eso, no supo controlar sus mentiras, ni exponer sus ocultamientos y ahora está sintiendo sus consecuencias.

La pandemia sumó su cuota, el trabajo de Alberto Fernández en la pandemia fue excelente. Pero los medios mienten, siempre en contra del peronismo. Los medios suelen ser quienes dicen quién tiene la culpa, convencieron a una parte de la sociedad de que Alberto fue el culpable de los muertos y el encierro.

Todos sabemos cómo nos hubiera ido con un sistema de salud y ciencia devastados por la gestión neoliberal anterior. Todos lo sabemos.

Los Medios de Comunicación actúan como una empresas y se defienden como periodistas en nombre de la libertad de prensa. La democracia está condicionada por ellos. Hoy son más poderosos que nunca y son el poder que peor funciona. Algo hay que hacer con eso, por lo menos, dejar de darles plata. Necesitamos que este gobierno se tome más en serio la comunicación y que gran porción de la pauta oficial que va hacia los medios concentrados, que se dedican permanentemente a castigar y combatir las políticas públicas de distribución, sea repartida de manera más equitativa.

Poco importa que el gobierno actual sea el mismo gobierno que reestructuró la deuda con los bonistas extranjeros, ahorrándole al país un montón de guita. Este es el gobierno que está reparando los desmanes macristas y, sin embargo, la gente lo castiga, votando al macrismo.

Poco le importan a la sociedad los viajes internacionales, el fondo monetario o los vínculos con tal o cual. Importa la inseguridad, importa cuánto le cuesta a la población ir a un supermercado. Cuando comprendamos esto, podremos entender el enojo, la frustración.

El resultado electoral de las PASO, visibiliza un reclamo que tiene que ver con los datos económicos actuales: la gente, pide que haya más plata en su bolsillo.

Cada vez que dijimos que el precio de la carne estaba por las nubes, intentamos advertir este tipo de cosasDe todos modos, se nos deben haber escapado muchas más situaciones, y eso quiere decir que nosotros tampoco hicimos bien nuestro trabajo.

Queríamos que en el país ganara Alberto Fernández porque al menos intenta que el pueblo viva mejor y Macri solo transfirió ingresos de toda la sociedad hacia sus 4 amigos y nos dejó en patas. En patas, y endeudados. Pero los pesares actuales de la población son bajo el gobierno de Alberto y la población lo castigó a él aunque sea mejor que Macri.
 

NO CREEMOS que la gente se haya DERECHIZADO, un Gobierno Neoliberal resta derechos Y LA GENTE NO QUIERE MENOS DERECHOS, quiere poder tener para COMER.

La sociedad se cansó y huyó del decepcionante centro: algunos hacia la derecha y algunos hacia la izquierda. Dijimos que no podía ser que dejaran exportar tanta carne y que lo poco que quedaba en Argentina no dejara de subir.

Martín Guzmán, el ministro de Economía, lo hizo tarde y mal. El país se volvió más injusto, vimos las ganancias enormes de las empresas y la caída de los ingresos de los trabajadores, el campo duplicó sus ganancias en dólares y la carne duplicaba su valor.

Yo no entendía porqué un Gobierno seguía con un ministro que tenía una inflación del 50 por ciento. La gente la pasó mal y votó en contra. Alberto dijo que entendió el voto, que iba a cambiar. Guzmán debería ser ese primer cambio.

La cancha cada vez está más inclinada. En 2015, cuando el país era una fiesta, perdió el peronismo. En 2017, cuando la derecha te estaba vaciando los bolsillos, Juntos por el Cambio ganaba igual. Tuvieron que caer un 25 por ciento las jubilaciones y un 23 por ciento los salarios para que la derecha perdiera una elección.

La sociedad se aleja del centro porque el centro no da respuestas y los extremos tienen un discurso más emocional. El centro no tiene narrativa. Andate del centro, querido Alberto.

El Gobierno debe comportarse como un Gobierno peronista y dejar la amabilidad para los trabajadores y no para el enemigo.

Ahora necesitamos, quizás, que él mismo se convierta en otro. Si esto se repite en noviembre, Larreta tiene todas las chances de ser presidente.

Si el gobierno pretende dar vuelta el resultado, no puede correr el riesgo de leer mal los motivos, y tampoco de traicionarse. Si, por ejemplo, pretendiera derechizarse, para capturar votos, es muy probable que “la gente” elija el original y no una mala copia.

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