Camino sinuoso

Por Raúl Ramírez PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Raúl Ramírez

Concluido el proceso electoral este domingo con un resultado que si bien no replicó exactamente el de las PASO de septiembre, confirmó como primera fuerza electoral al conglomerado ahora llamado Juntos (y que ya no es adecuado caracterizar como “macrismo”), queda al gobierno nacional el difícil desafío de sostener la gobernabilidad y de procurar cumplir con las expectativas que despertó y que, a la luz de los resultados, buena parte de los votantes consideraron no cumplidas.

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Deberá hacerlo en un escenario especialmente complicado. A los elementos conocidos desde antes, es decir una difícil negociación con el Fondo Monetario Internacional respecto a la deuda asumida por el gobierno de Macri, que se sabe impagable pero igual se debe encauzar, a la pandemia de Covid que si bien decreció no ha desaparecido y como se está viendo ahora en Europa por segundo invierno consecutivo puede pegar  coletazos temibles, resulta necesario agregar un proceso inflacionario que hasta ahora deshizo todas las buenas intenciones en materia de mejoras salariales y de planes sociales. Proceso que se compone de la voluntad de no ceder su tasa de ganancia por parte de los formadores de precios, y en muchos casos de expectativas negativas por parte de comerciantes y pequeños productores que terminan siendo, sumadas unas a otras, profecías autocumplidas. La tarea empeñosa del Secretario de Comercio Interior Roberto Feletti parece por momentos la de aquel que enfrenta a un león enojado armado con un tenedor.

Roberto Feletti – Secretario de Comercio Interior

Si bien la mejoría relativa respecto a las PASO ha tenido el premio para el Gobierno de no haber perdido, por un pelo, el control de ninguno de los dos recintos del Congreso Nacional, es de suponer que la oposición buscará, como lo hizo siempre en el ciclo de Alberto Fernández y también en el de Cristina Kirchner, obstaculizar todo lo que se pueda y no ya poner palos en la rueda, sino de serlo posible llevarse la rueda. La propia dinámica interna de la oposición, en la que la lucha ya declarada por la candidatura presidencial para 2023 entre Macri y Rodríguez Larreta, puede llevar a un proceso de radicalización volcándose hacia la ultra derecha desestabilizadora, como pasó en varias etapas del proceso electoral recién terminada. Nada muy propicio para negociaciones civilizadas.

Eso, negociaciones civilizadas, con una amplia convocatoria a partidos opositores y distintos sectores económicos empresariales y sindicales parecen ser el objetivo adelantado por Alberto Fernández el domingo, cuando sorprendió con una alocución sin duda grabada antes, en lo que pareció ser una sobreactuación del “tomar nota” del resultado electoral, resultado que aún se estaba construyendo cuando el Presidente lo dio por terminado. Recordemos que desde el cristinismo y otros sectores propios hubo reproches en septiembre por lo que se vio como una reacción tardía ante el resultado de las PASO. Quizás buscando no caer dos veces en el mismo error, Alberto concretó uno distinto.

Mauricio Macri – Horacio Rodríguez Larreta

La historia de los eventuales protagonistas del diálogo al que se convoca no hace muy prometedor el escenario para conversaciones productivas. Si el peronismo tiene un largo historial de convocatorias amplias a sectores políticos y de la sociedad, estos solo se registran exitosos cuando la situación general resultó favorable al convocante, escenario que por otra parte rara vez ha generado esas convocatorias. Sin embargo, el gesto hubiera sido bien tomado por la ciudadanía, por propios y ajenos, si se hubiera producido de inmediato a la victoria electoral de 2019. Ahora, es previsible que la oposición le encuentre el pelo al huevo para no concurrir, o que lleve un virtual pliego de condiciones que implique la rendición del Gobierno. Los sectores ligados a las políticas de ajuste y a la ortodoxia económica, entre cuyos voceros que pueden hilvanar un discurso entendible destaca Ricardo López Murphy, flamante diputado electo, vienen machacando con que no hay “espacio político” para ninguna otra política que la que proponen ellos. El arreglo con el Fondo en 5 minutos, que pregona Macri y que en otras palabras significa la resignación de toda autonomía soberana, y una vez más el costo de la crisis a cargo de los sectores medios y bajos, mientras la fiesta sigue por arriba. 

Ricardo López Murphy – Diputado nacional electo

El desafío es sin dudas complicado y los próximos días indicarán cual es el camino que elige el gobierno de Alberto Fernández. Se definirán las actitudes a asumir por Cristina Fernández, que sigue siendo la socia mayoritaria y la única integrante del equipo gobernante que despierta entusiasmos entre los propios, y por Sergio Massa que no parece resignar aspiraciones pero si adhesiones. El caudal de votos obtenido puede ser, usado con audacia y destreza política el capital inicial para la tareas de recuperar los votos perdidos si se es capaz de atender las demandas de aquellos que eligieron al Frente de Todos en 2019 y que, al igual de los que mantuvieron su fidelidad electoral, chocan contra una realidad impiadosa en cada visita a la carnicería o al súper del barrio. Ni audacia ni destreza han caracterizado a esta gestión hasta ahora, pero no parece haber otro camino si el Frente quiere ser una opción de poder en 2023. Enfrente tiene un conglomerado que si suma los votos que sacó el domingo y les agrega los de Milei, segunda marca de Macri más allá de los sueños de sus jóvenes adherentes, estaría a un paso de ganar en primera una elección presidencial. Lo que, como señalamos arriba, no hace el mejor talante para negociar sino para plantear imposiciones.

Frente de Todos – Cierre de Campaña

Unos y otros, todo el sistema político argentino, debiera tomar nota de la extrema situación de los argentinos de a pie. La representación de sus intereses es la que parece estar en crisis y pone en riesgo el destino de la Nación. Pero sobre todo es un compromiso para quienes levantan históricamente las banderas de la justicia social, de la soberanía política, de la independencia económica. Porque, a diferencia de los que arreglan con el fondo en 5 minutos, la defensa del pueblo y de la Nación debe constituir para ellos un desafío aún en horas difíciles.

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