El abogado especializado en casos de abuso sexual eclesiástico, Carlos Lombardi, habló sobre la denuncia por violencia de género que hicieron monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas contra Mario Cargnello y manifestó que el Papa no cooperó para que la Iglesia sea más transparente.
Luego de que saliera a la luz la denuncia de dos religiosas del convento San Bernardo por violencia de género en contra el arzobispo de Salta Mario Cargnello, el abogado especializado en víctimas de abuso sexual eclesiástico Carlos Lombardi dijo que el patrón común en las causas que involucran a sacerdotes es que la Iglesia “se niega” a abrir sus archivos.
El reconocido letrado mendocino, representante legal de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina, dijo que la Iglesia “se escuda” en que tiene sus propios tribunales internos para tratar estos casos y no coopera con la Justicia.
«El racionamiento de ellos es: nosotros tenemos nuestras propias leyes, nuestra propia jurisdicción, nuestros propios tribunales y jueces, por lo tanto las cuestiones eclesiásticas son secretas y el Estado no se entromete. Por lo tanto no cumplen un pedido judicial que les obligue a abrir sus archivos», aseguró.
Lombardi fue asesor de un querellante en el emblemático caso «Próvolo», en el que dos sacerdotes católicos fueron condenados a más de 40 años de prisión por abuso sexual a 25 menores de edad hipoacúsicos y sordos.
«El tema es que si se ha presentado una denuncia o se ha investigado de oficio, las monjas no van a tener acceso a esa investigación. Ahí está la irregularidad y la vulneración de derechos que comete la Iglesia Católica respecto a las víctimas denunciantes, sean de cualquier hecho. Las víctimas no tienen derechos, ni garantías procedimentales, no va a saber qué dice el denunciado, qué pericias hay, cuáles fueron los resultados, no va a tener derecho a leer los fundamentos de la sentencia si es que se impone una sanción», criticó.
“Por más que el Papa Bergoglio diga que han reformado el Código Canónico, que la Iglesia quiere transparentar sus procedimientos, eso es falso. Si no adecuan su estructura están mintiendo”, aseguró. (El Tribuno)