Las ganancias del supermercado de la familia Braun no sólo se incrementaron 142% por las remarcaciones diarias que admitió su dueño, sino que es el que más irregularidades registró en las inspecciones en la Provincia.
“Remarcar precios todos los días”, como lo admitió Federico Braun, forma parte de la clave de La Anónima para multiplicar sus ganancias 142% de un año a otro, además de menoscabar el poder adquisitivo de los argentinos. Sin embargo, no consiste en el único ingrediente del camino al éxito de la familia que monopoliza la Patagonia, ya que también se destaca como el supermercado con mayores irregularidades detectadas en las inspecciones fiscales.
A La Anónima le encontraron ya cerca de $ 42 millones en mercadería en infracción en Buenos Aires, según consta en 24 actas libradas por ARBA. En las revisiones de rutina, sólo el 8% se generaron por irregularidades en el COT (las declaraciones juradas emitidas). La principal discrepancia se dio por diferencia entre el CUIT destinatario detallado en el remito contra denunciado ante la Provincia, así como también no haber admitido el monto de los productos trasladados.
Del total de infracciones llevada a cabo por el organismo de control bonaerense que dirige Cristian Girard, en cuatro descubrieron que no tenían ningún tipo de documentación respaldatoria. Allí procedieron a la interdicción de la mercadería, que está valorada en $ 5,4 millones.
El COT (“código de operaciones de traslado”, por sus siglas) es exigido por la normativa para que lo tramiten todos los transportistas en la Provincia. Denuncian en ese formulario qué mercadería llevan, cuál es el origen y el destino. Esto le permite al gobierno la trazabilidad de todos los productos.
El control de mercaderías en tránsito es un procedimiento de fiscalización que tiene como objetivo verificar que las mercaderías transportadas por el territorio bonaerense posean el respaldo documental. Se realiza sobre los camiones y tiene el objetivo de estimular el cumplimiento de las leyes y el blanqueo de todas las operaciones.
La Anónima fue el mayor infractor, con 24 actas dirigidas exclusivamente a este supermercado. Pero del total de las 66 que se generaron, el 83% fueron labradas por no poseer COT, mientras que un 3% presentaron irregularidades las declaraciones juradas. Allí se dio la no coincidencia de los datos del destinario del remito contra lo detallado en el COT o la discrepancia en el monto facturado con el declarado.
En tanto, un 14% de las actas que realizó ARBA se debieron a que las empresas no poseían ninguna documentación. En estos casos, además, los inspectores secuestraron los productos. Esta mercadería en infracción asciende a los $ 145 millones.
Todas las infracciones asociadas al traslado de mercadería en condiciones irregulares se vinculan con maniobras de evasión o, al menos, de elusión impositiva, ya que se trata de intentos de las corporaciones de ocultar ingresos en alguna etapa de la cadena.
La ausencia de COT significa la omisión total de declaración, tanto del que vende mercadería en negro como el que la compra en iguales condiciones. Esto lo hacen para poder luego reducir la carga tributaria al no existir rastros de esas operaciones. Es similar la maniobra cuando la infracción consiste en la discrepancia entre los montos declarados y la documentación de respaldo, situación que facilita la subfacturación y subdeclaración de impuestos. La Anónima lideró el podio de estas infracciones.
Otra de las conductas habituales de los supermercadistas consiste en declarar como destinatario de la mercadería a un sujeto que no es el comprador real. Esto para desviar el flujo de información que posibilita el seguimiento y control en las siguientes etapas de la cadena. Así pueden continuar con compra-venta en negro por parte del efectivo destinatario de los bienes.
Después de que el dueño de La Anónima admitió, entre risas de los ultra ricos de AEA, que su supermercado maneja la inflación “remarcando los precios todos los días”, el presidente, Alberto Fernández, le respondió de forma dura por Twitter. «Es evidente que hay empresarios que no entienden su responsabilidad. Confiesan públicamente y entre risas lo que es un martirio para millones de argentinos y argentinas», esgrimió, ya en camino a Estados Unidos para la Cumbre de las Américas. Más tarde, el jefe de Estado definió a Braun como «la cara de la remarcación de precios». Sin embargo, en las dos semanas que pasaron de ese episodio, aún no tomó medidas concretas para reducir la suba de precios o cercenar las ganancias de las corporaciones más allá del proyecto para redistribuir parte de la renta extraordinaria, que orbita en el Congreso nacional.
La brecha de ingresos, una tendencia global
La diferencia entre los ingresos de los ejecutivos y los trabajadores no calificados en las mega corporaciones se expandió aún más en 2021, de acuerdo al último reporte del estadounidense Instituto para el Estudio de Políticas (IPS). En 106 de las 300 empresas más grandes, el salario medio de los empleados no le siguió el ritmo al promedio de 4,7% de inflación que tuvo el país del norte el año pasado; es decir, perdieron capacidad de compra.
La brecha entre los CEO and el sueldo medio de los trabajadores saltó de 604 veces de diferencia que había en el primer año de la pandemia a 670 para el año pasado. En 49 de estas compañías los ratios de ingresos eran de 1.000 a 1.
El pago de las compañías a sus ejecutivos se incrementó en US$ 2,5 millones a un promedio de US$ 10,6 millones. Al mismo tiempo, los sueldos de los trabajadores mejoraron tan solo US$ 3.556 a una media de US$ 23.968 anuales. (Fuente: Destape web)