El ex-presidente de Brasil quiso embosonarse unas joyas sauditas

Una piedra (preciosa) en el zapato

Joyas valuadas en más de 300.000 dólares que fueron entregadas al expresidente Jair Bolsonaro por el gobierno de Arabia Saudita en 2019 y 2021 fueron escondidas en la mansión del expiloto de Fórmula Uno Nelson Piquet en Brasilia, según informó la prensa local. Piquet tiene una empresa de equipamientos informáticos que fue contratada por el Ministerio de Agricultura de Bolsonaro sin licitación. La defensa de Bolsonaro reconoció la existencia de un tercer conjunto de joyas no declaradas y se puso a disposición para devolverlo al erario público. Una comisión del Senado resolvió investigar si el caso tiene relación con un soborno pagado para la privatización de la refinería de Petrobras Landulpho Alves, en Bahía, vendida a la mitad de su valor de mercado al fondo Mubadala, de Emiratos Árabes Unidos, que tiene participación saudita.

El caso de las joyas sauditas es solo uno de varios escándalos de corrupción que han rodeado al gobierno de Bolsonaro en los últimos años. La investigación sobre el soborno en la privatización de la refinería de Petrobras es solo una de varias investigaciones en curso sobre posibles actos de corrupción en el gobierno.

Además, la relación del gobierno de Bolsonaro con Arabia Saudita ha sido objeto de controversia, especialmente en lo que respecta a los derechos humanos. Arabia Saudita ha sido criticada por su historial de abusos de derechos humanos, incluyendo la represión de la disidencia política y la ejecución de personas acusadas de delitos como la homosexualidad y el adulterio.

La revelación de que las joyas sauditas fueron escondidas en la mansión de un conocido defensor de la ultraderecha y multado recientemente por sus comentarios racistas ha generado indignación entre los críticos del gobierno de Bolsonaro. La transparencia y la responsabilidad en el manejo de los asuntos públicos han sido un tema importante en la política brasileña en los últimos años y este último escándalo solo aumenta la presión sobre el gobierno para que rinda cuentas por sus acciones.

Además, este nuevo escándalo también ha generado preocupación sobre la integridad del sistema de aduanas de Brasil y su capacidad para detectar y prevenir el contrabando de bienes de alto valor. La falta de declaración de las joyas sauditas por parte de Bolsonaro y su posterior ocultamiento en la mansión de Piquet sugiere que el gobierno pudo haber utilizado su poder para burlar los controles aduaneros y evadir los impuestos correspondientes.

El caso también ha puesto en cuestión la ética y la responsabilidad de los funcionarios públicos brasileños y ha reavivado el debate sobre la necesidad de una reforma más amplia del sistema político y la lucha contra la corrupción en Brasil.

En resumen, el escándalo de las joyas sauditas es solo uno de varios casos de corrupción que han afectado al gobierno de Bolsonaro y ha generado preocupación sobre la integridad de las instituciones brasileñas. Además, ha reavivado el debate sobre la necesidad de una reforma política integral para garantizar la transparencia y la responsabilidad en el manejo de los asuntos públicos en Brasil. FTE. TELAM

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