El jefe de los inspectores nucleares de la ONU, Rafael Grossi, visitó la central atómica de Zaporiyia en Ucrania ocupada por tropas rusas para evaluar la grave situación de seguridad y protección nuclear en la instalación. Grossi advirtió sobre el incremento de las hostilidades militares entre Ucrania y Rusia en torno a la central atómica. La OIEA pretende crear una zona de seguridad que permita evitar un accidente atómico en la central del sur de Ucrania, la más grande de Europa. Desde hace meses Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear las instalaciones de esta planta. Rusia inició maniobras militares en Siberia que incluyen el despliegue de misiles intercontinentales con capacidad nuclear y dijo que dejará de informar a Estados Unidos de sus ensayos misilísticos. Putin anunció que Rusia desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia y ha amenazado varias veces con usar armas nucleares en caso de que su país deba hacerlo ante la hostilidad que ve de parte de Estados Unidos y la OTAN.
La planta de Zaporiyia requiere un suministro confiable de electricidad para garantizar la seguridad nuclear, pero ha sufrido apagones repetidos durante la guerra, generando alarma en el OIEA y la comunidad internacional. El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica agregó que seguían «en curso» esfuerzos para crear una zona de seguridad, libre de combates, que evite un accidente atómico en la central. Los misiles intercontinentales Yars, capaces de alcanzar objetivos a distancias de hasta 11.000 kilómetros, están equipados con una ojiva de reentrada múltiple con cabezas nucleares. Las armas nucleares tácticas, que están diseñadas para usarse en el campo de batalla, tienen un alcance relativamente corto y un rendimiento mucho menor en comparación con los misiles estratégicos de largo alcance equipados con ojivas nucleares, que son capaces de destruir ciudades enteras.
La decisión de Putin de desplegar armas tácticas en Bielorrusia siguió a sus repetidas advertencias de que Moscú estaba listo para usar «todos los medios disponibles», una referencia a su arsenal. La tensión entre Rusia y Occidente ha ido en aumento debido a la invasión rusa de Ucrania el año pasado y las maniobras militares en Siberia y el anuncio de Putin sobre el despliegue de armas tácticas en Bielorrusia no hacen más que aumentar la preocupación sobre una posible escalada del conflicto. La comunidad internacional sigue haciendo esfuerzos para evitar un accidente atómico en la central de Zaporiyia y promover la seguridad nuclear en la región.
La visita de Grossi a la central de Zaporiyia y sus declaraciones sobre la situación de seguridad y protección nuclear en la instalación resaltan la importancia de mantener la atención y el esfuerzo en la prevención de accidentes nucleares y en la promoción de la seguridad en la región. La tensión entre Ucrania y Rusia sigue aumentando, y la falta de comunicación y cooperación en temas de seguridad nuclear solo agrava la situación. Es necesario seguir trabajando en la creación de zonas de seguridad y en la prevención de conflictos que puedan poner en riesgo la seguridad nuclear en la región. La comunidad internacional debe continuar presionando a las partes involucradas en el conflicto para encontrar soluciones pacíficas y evitar una escalada peligrosa. FTE. TELAM
