La otra cara de la memoria

En un contexto donde varios precandidatos de la oposición se presentan ante la sociedad con discursos que desconocen o distorsionan los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar, destaca la figura de Inés Liendo. La precandidata a gobernadora de Salta por Juntos por el Cambio ha sido criticada por sus posturas negacionistas en relación a los derechos humanos y ha recibido el apoyo de diversas figuras de la ultraderecha argentina.

Liendo, quien se autopercibe como «volante por derecha» y es nieta del general Horacio Liendo, quien fue ministro del Interior del dictador Roberto Viola, presidente de facto en 1981, ha sido cuestionada por su posición en relación a la dictadura y ha generado polémica al tuitear sobre una campaña de Abuelas de Plaza de Mayo, acusándolas de abandonar «la lucha» por los derechos humanos y refiriéndose al trabajo de la organización como «el nuevo curro de la izquierda».

Además, la precandidata salteña ha criticado públicamente a la expresidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, acusándola de incitar a la violencia con la «excusa» de los derechos humanos.

En un contexto en el que los partidos políticos del país se enfrentan a grandes desafíos en cuanto a posicionarse ante cuestiones de principios, Inés Liendo es una figura que destaca por su postura negacionista y su apoyo a la ultraderecha argentina.

Esta posición de Liendo, junto con la de otros precandidatos de la oposición que cuestionan o niegan los crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura, ha sido criticada por diversos organismos de derechos humanos y figuras políticas.

El sociólogo Ezequiel Ipar, quien lidera el Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) de Unsam (Universidad Nacional de San Martín)-Conicet, ha explicado que este fenómeno de negacionismo contemporáneo es un desafío para los partidos «verdaderamente democráticos».

En este contexto, los partidos políticos deberán elegir qué tipo de propuesta de derecha le ofrecen a la sociedad y posicionarse ante cuestiones de principios. Si optan por una derecha violenta, autoritaria y cruel, o por otro tipo de derecha que respete los derechos humanos y la democracia. (Fuente: Télam)

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