Rival Sistémico

En una reciente entrevista con un medio español, la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha calificado a China como «competidor» y «oponente sistémico» de Alemania. Si bien reconoce que no pueden separarse de China en un mundo globalizado, Baerbock insta a Europa a ser más activa en su rivalidad con China.

«China ha aprovechado estratégicamente este vacío que dejamos para expandir su influencia, crear dependencia económica, por ejemplo, en el caso de la Nueva Ruta de la Seda. No hemos hecho lo suficiente para hacerle frente», afirmó Baerbock.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda, es un proyecto de infraestructura masivo lanzado en 2013 por el presidente chino Xi Jinping y que abarca múltiples iniciativas de desarrollo e inversión inicialmente destinadas a unir el este de Asia y Europa a través de infraestructura de transporte. Sin embargo, en los últimos años, el proyecto se ha expandido a África, Oceanía y América Latina, aumentando la influencia económica y política de Beijing y generando preocupaciones en los países occidentales de que la Nueva Ruta de la Seda pueda ser un vínculo de transición para la integración regional y militar centrada en la expansión de China.

La ministra alemana de Asuntos Exteriores también ha instado a Europa a ser «geopolíticamente más activa» en su rivalidad con Pekín. «Durante muchos años, los europeos habíamos creído en un mundo supuestamente ideal, donde los desafíos de otras partes del globo no nos afectan realmente. China ha aprovechado estratégicamente este vacío que dejamos para expandir su influencia», señaló Baerbock.

La postura de Alemania se suma a la de otros líderes occidentales que han descrito a China como un «competidor» y un «desafío sistémico». La creciente influencia económica y política de China ha generado preocupación en los países occidentales, especialmente en Europa y Estados Unidos, y ha llevado a un aumento de las tensiones entre China y Occidente.

Es importante tener en cuenta que, mientras que algunos líderes occidentales ven a China como una amenaza, otros ven una oportunidad en la cooperación con China. La cooperación económica y política con China puede ser beneficiosa para muchos países, especialmente para aquellos que buscan financiamiento para proyectos de infraestructura necesarios.

En cualquier caso, la cumbre entre el presidente chino Xi Jinping y su homólogo ruso Vladimir Putin ha sido vista por algunos como una amenaza para la hegemonía occidental, ya que China y Rusia fortalecen su cooperación en múltiples áreas, desde la iniciativa de la Franja y la Ruta hasta la cooperación militar. La cumbre también podría abordar la creación de un nuevo sistema financiero internacional independiente del sistema SWIFT occidental, lo que podría presagiar el fin del dominio estadounidense en el sistema financiero global.

En resumen, la postura de Alemania con respecto a China refleja la creciente preocupación en los países occidentales por la influencia económica y política de China. Si bien algunos líderes ven a China como una amenaza, otros ven una oportunidad en la cooperación económica y política. La cumbre entre Xi Jinping y Putin también ha sido vista como una amenaza para la hegemonía occidental en varios ámbitos, incluido el financiero y el militar.

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