El Cordobazo: El descontento popular inundó las calles

Editorial | En mayo de 1959 la decepción con el régimen militar que derrocó al presidente Arturo Illia, desde hacía tres años, comenzó a manifestarse con huelgas y marchas en las ciudades más importantes del país en contra de un gobierno que imponía, en lo económico, una política de congelamiento de salarios de la mano del ministro de economía Adalbert Krieger Vasena, hombre del FMI.

En Córdoba, dirigentes sindicales combativos con Agustín Tosco y el peronismo, organizaron, hace 51 años, El Cordobazo, una huelga con movilización que ganó las calles y que desembocó en un estallido social que hizo tambalear a la dictadura militar del entonces presidente de facto Juan Carlos Onganía.

Las dos CGT burócratas nacionales decidieron una huelga general para el 30 de mayo pero en Córdoba lo adelantaron un día y los dirigentes gremiales redoblaron la apuesta convocando a un paro activo de 36 horas que se iniciaría a las 10 de la mañana del día jueves 29 de mayo.

Esa mañana, la capital cordobesa amaneció sitiada por la policía, que tomó posición de combate en todos los puentes de acceso desde el interior a la capital para evitar la movilización.

El reclamo obrero-estudiantil se convirtió en una rebelión popular ya que los vecinos apoyaron y ayudaron a los manifestantes a ocultarse de la policía.

Aunque nunca se supo con certeza, se estima que El Cordobazo dejó un aproximado de 30 muertos y varios centenares de heridos.

 En términos políticos, la consecuencia inmediata fue la pérdida de legitimidad de Onganía, que se manifestó con la renuncia del ministro Krieger Vasena el 4 de junio de ese mismo año.

Agustín Tosco fue un dirigente obrero revolucionario. Férreo opositor a la burocracia sindical. Secretario general del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba.

Junto a Elpidio Torres, dirigente de SMATA, y Atilio López, de la UTA, encabezó la rebelión popular que pasaría a la historia como el Cordobazo.

El rol de las mujeres durante la revolución

La mujeres trabajadoras y estudiantes que participaron de las jornadas del 29 y 30 de mayo de 1969. participaron mujeres sindicalistas, de fábricas de calzados, del vidrio, de SMATA, DOCENTES BANCARIAS, ESCRITORAS  estudiantes univerisitaria nacionales y mujeres católicas.

Entre las que se encontraba la HIJA DE ATILIO LÓPEZ.

En el camino se fueron sumando estudiantes y el pueblo pobre.

…Pero ¿por qué se sumó también el pueblo al reclamo??

 La causa principal es que  quisieron aplicar un ajuste brutal y liberal que incluía, entre otras medidas, una devaluación de un 40% y el congelamiento de los salarios por dos años y la eliminación de las paritarias.

El gobierno además era ultrarreaccionario, católico y moralista. La represión era moneda corriente.

El comercio cerró sus puertas y las calles se fueron llenando de gente.

Pronto corrió la noticia de la muerte de un compañero, era Máximo Mena del Sindicato de Mecánicos.

Se produjo el estallido popular, la rebeldía contra tantas injusticias, contra los asesinatos, contra los atropellos. La policía retrocede. Nadie controla la situación. Es el pueblo.

Son las bases sindicales y estudiantiles, que luchan enardecidas. Todos ayudan. El apoyo total de toda la población se da tanto en el centro como en los barrios y se desató la furia popular. Obreros, estudiantes y el pueblo se levantan y toman la ciudad, superando a la policía.

El gobierno tuvo que mandar al Ejército. Los combates pasaron del centro a los barrios periféricos.

El Barrio Clínicas de los estudiantes resistió hasta el 31 de mayo. Hubo muertos, cientos de heridos y más de mil detenidos.

 Una acción independiente de la clase trabajadora aliada a los estudiantes. ¡Histórica! Fue la más grande de Argentina y de Latinoamérica. Empezó con demandas sindicales pero se transformó en una verdadera insurrección obrera y popular.

Sin embargo…. no se pudo derrotar definitivamente a los milicos con el Cordobazo.

Porque faltó un partido peronista  revolucionario y que dirigieran una estrategia que derrote definitivamente al régimen político y a la dictadura, es decir, al capitalismo liberal.

Tras la sublevación encabezada por el comisario Navarro en Córdoba, que puso fin al gobierno de Ricardo Obregón Cano y Atilio López, su gremio fue intervenido y comenzó una implacable persecución sobre él y sus compañeros. Murió el 5 de noviembre de 1975.

¿Dónde estaban los medios de comunicación? Y quién fue Sergio Villarruel?

Sergio  Villarruel; cuando fue echado de canal 10,y estaba al tanto de que lo que pasaría después, sería el Cordobazo.  Recién había sido nombrado corresponsal en Córdoba, para Canal 13 de Buenos Aires.

La cobertura de Villarruel fue extraordinaria, el micrófono en la mano y la espalda contra la pared para cubrirse de balazos, bulones y gases lacrimógenos. Tanto que de inmediato fue llamado a Buenos Aires, donde se convirtió de la noche a la mañana en la cara más visible del noticiero del Canal 13;

Un rostro serio, concentrado, confiable; el autor de entrevistas a Juan Domingo Perón, Fidel Castro, Salvador Allende, James Carter y Felipe González, entre muchos otros.

«De Buenos Aires no vino nadie. Y los canales cordobeses tampoco cubrieron la información porque sus periodistas también estaban haciendo el paro», recordó Villarruel poco antes de morir, en 1997.

“El Cordobazo comenzó el 29 de mayo de 1969 a las 10 de la mañana como un paro activo por 36 horas; los trabajadores salieron de las fábricas y los negocios y marcharon encolumnados hacia el centro de la ciudad, listos para el combate callejero. Torres, López y Tosco habían planeado esa lucha en detalle, pero no esperaban que ya las 14,30, la policía se refugiara en la jefatura y en la Guardia de Infantería por falta de gases y abundancia de miedo.

Durante varias horas la ciudad estuvo en manos de unos diez mil manifestantes, hasta que el Ejército pudo controlar la situación, casi veinticuatro horas después del comienzo de la protesta. Ardieron barricadas en las esquinas, decenas de automóviles fueron incendiados y la ciudad pasó la noche a oscuras; fue allí cuando aparecieron misteriosos francotiradores que mantuvieron a raya a los militares.

Sergio Villarruel sostuvo después que el Cordobazo tuvo tres etapas: comenzó como protesta obrera, se transformó en rebelión popular y terminó como insurrección urbana.

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