En lo que va del año 10 personas se intoxicaron con monóxido de carbono
Las bajas temperaturas encienden nuevamente las alertas por intoxicaciones por inhalación del gas toxico que afecta órganos vitales como el cerebro y el corazón, lo que puede ocasionar la muerte.
El año pasado fueron más de 50 las personas intoxicadas.
El monóxido de carbono se origina en artefactos que queman gas, carbón, leña, querosén, alcohol o cualquier otro combustible.
En lo que va del año, ya son 10 las personas que fueron intoxicadas: 9 en la ciudad de Salta y 1 en Rosario de la Frontera, según registro de notificaciones al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), dentro de estos se contabilizan dos víctimas fatales.
El monóxido de carbono se produce por mala combustión de estufas, calefones, termotanques, equipos electrógenos a gas, cocinas y calderas. También, por la quema de leña y carbón.
Desde el Ministerio de Salud, instan a la población a prestar especial cuidado a las siguientes recomendaciones:
· Encargar la instalación y mantenimiento de artefactos a gas a técnicos gasistas matriculados.
· No usar el horno de la cocina ni las hornallas para calefaccionar el ambiente.
· Si se usa un brasero dentro de la casa, asegurarse de que haya una ventana o puerta abierta para permitir la circulación del aire.
· Encender el brasero fuera de la casa y entrarlo sólo cuando el carbón esté totalmente prendido.
· No irse a dormir con un brasero encendido dentro de la casa
· Mantener los ambientes ventilados
· Verificar que la llama de artefactos a gas sea azul; si es amarilla o anaranjada, se está produciendo monóxido de carbono.
· No dormir con velas encendidas; porque podrían provocar intoxicación e incendios.
· Revisar que las chimeneas no estén obstruidas, para que permitan la salida de los gases.
Ante la presencia de una persona intoxicada, se debe solicitar asistencia sanitaria de inmediato, o dar aviso al sistema de emergencias 911.
Algunos de los síntomas por intoxicación por MONOXIDO DE CARBONO son:
· Dolor de cabeza
· Náuseas, vómitos y mareos
· Confusión
· Visión borrosa
· Falta de coordinación
· Debilidad
· Pérdida de la conciencia
· Estado de coma
· Convulsiones
· Hipotensión
· Arritmias e infartos de miocardio
Las personas con mayor riesgo son los neonatos; bebés; adultos mayores, pacientes con enfermedades cardíacas crónicas, anemia o problemas respiratorios.