Por Lic. Félix González Bonorino
En mi artículo anterior, “El Futuro Ya Llegó”, de la semana pasada, traté de mostrar que en el norte argentino se estaban desplegando maniobras anti pueblo que anticipan, como pruebas de ensayo, una fuerte derechización de las políticas públicas si llegara JxC al ejecutivo nacional.
Esta maniobra, que se sintetizó con “Decretos, Leyes o Constituciones Anti Piquetes”, se desarrollan en estos momentos en dos de las provincias más pobres de la Argentina.
El domingo 18 de junio, día del Padre en la Argentina, nos entregó la novedad de la muerte de dos manifestantes en Jujuy, decenas de detenidos, algunos desaparecidos y centenares de heridos.
Es que a la legalización de la eliminación del derecho a la protesta le sigue la aplicación de las doctrinas que se han venido promoviendo desde los mal llamados halcones de Cambiemos.
Mano dura, gatillo “protegido”, represión de las manifestaciones, son el resultado de la decisión política de impedir la protesta a cualquier costo.
Durante el Gobierno de Macri/Bullrich se vivieron momentos de una enorme violencia contra los manifestantes, con propaganda anti protesta, como las pintadas antisociales hechas por los mismos represores para confundir a los no participantes, o los abuelos baleados con goma. El punto máximo, creo, fueron las jornadas de diciembre de 2017 cuando se luchó contra la reforma previsional en las puertas del Congreso Nacional sin éxito, porque el macrismo logró sacarle 100.000 millones de pesos a los jubilados y luego un par de semanas más tarde, cuando se trataba un proyecto precarizador del empleo, la Reforma Laboral, que sí logró ser frenado con el pueblo en las calles. También con heridos.
Todo nos indica, perdón, TODOS nos indican que vienen para hacer lo mismo con más velocidad, con más fuerza, con más violencia. Lo están diciendo ante su electorado. Lo hacen público.
¿Por qué necesitan de la violencia para gobernar?
Porque sus políticas son tendientes a aumentar la concentración de la riqueza en pocas manos y la pobreza en todo el pueblo.
En medio de esta aceleración de rasgos tiránicos, asistimos a la puja de cada frente político por elegir sus referentes, sus candidatos y en menor medida sus programas de gobierno.
De un lado se discute cómo recuperar la mística luego de un gobierno mediocre, del otro, se discute con que medio se va a eliminar al adversario. Esto está muy en línea con la derechización de la política, la represión por diferentes medios. La eliminación del otro.
Si “la Patria es el Otro” para un sector, el otro sector esgrime un “hay que eliminar al otro”.
Y ya lo han hecho, Santiago Maldonado y Rafael Nahuel en la Patagonia y lo han intentado en la recoleta Recoleta.
No son dos “modelos” los que se enfrentan, son dos mundos antagónicos y uno de estos es para muy muy pocas personas. Elegí bien, te podés quedar afuera.