La Argentina tiene un 44,7 por ciento de pobreza y un 9,6 por ciento de indigencia. Es decir que, en la actualidad, más de 20 millones de argentinos no cumplen con las necesidades básicas de salarios, salud, educación y alimentación.
El informe fue presentado por la Universidad Católica Argentina (UCA), en el que dieron a conocer los números de la pobreza en el país, que han tenido un leve avance respecto al 2022.
El trabajo fue realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, que año tras año desde 2004, viene reflejando las variaciones en los indicadores socioeconómicos de la población.
De este modo, entre pobres e indigentes, se puede inferir que en la Argentina unas 22 millones de personas se encuentra en ese espectro socioeconómico y tienen, por lo menos, algún tipo de carencia ya sea en la asistencia social, educación y salud. Según Agustín Salvia, director de ODSA, “estamos viendo un fin de ciclo socioeconómico que arrancó en los ´90 con la convertibilidad” y que tras la crisis de 2001, “hubo expansión del consumo mientras subió la inflación, en contrapartida no hubo generación de empleo ni inversiones” para mover el sistema productivo laboral, explicó.