La senadora jujeña, apuntada por contratar a sus familiares se llama Vilma Facundo Bedia. Entre los parientes ingresados para trabajar en el Congreso se encuentran sus tres hijos, su nuera, sus hermanos, sus sobrinos y su cuñada. Además algunos de ellos fueron identificados como beneficiarios del programa Potenciar Trabajo.
En medio del fuerte ajuste que afecta al trabajador de a pie en la Argentina, y tras el reciente escándalo con los aumentos de sueldo a diputados y senadores, que tras la exposición, debieron dar marcha atrás, un nuevo escándalo sacude al Congreso por la contratación de once familiares de un senadora nacional, entre ellos sus tres hijos, su nuera, sus hermanos, sus sobrinos y su cuñada. Todos trabajaban en su despacho del Senado.
La información que trascendió a través del medio La Política Online, donde agrega que «algunos» serían beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, y habría incorporado a otros miembros más de su familia.
«Los pormenores no los sé. Supongo que podrá dar una mejor explicación la senadora. Pero claramente, si esto tuvo algún interés personal, lo rechazamos absolutamente. De no tenerlo, entiendo que la propia senadora podrá dar una explicación correcta de qué es lo que ha ocurrido», concluyó.
Bedia le otorgó a su hijo Joel Benjamín Mamani un puesto de planta transitoria con categoría A3 y un sueldo que ronda los $700.000. Su otro hijo, José Jair Mamani, obtuvo un cargo con categoría A1 y un sueldo de aproximadamente $1,2 millones.
Además, fuentes de la Cámara Alta indicaron que también contrató a su hijo, Pablo Mamani; sus hermanos Juan Carlos, Ricardo Bedia y Albert Bedia; su cuñada Nélida, pareja de Juan Carlos, y los hijos de ambos, Damaris y Jonatan; su sobrina Daiana Ester Llanes, y su nuera Mirta Araceli Silisque. Si bien no figuran en los registros, indicaron que podrían haber sido contratados «fuera de categoría» y con «los sueldos más bajos, los de $200.000».
