Aguirre está citada a declarar el 5 de septiembre, ofrecida como testigo por la propia Yáñez. En un caso tan delicado, corre el riesgo de ser imputada por ejercicio ilegal de la medicina o por falso testimonio.
No existen elementos suficientes para establecer la veracidad o falsedad de las afirmaciones de Yáñez sobre haber sido golpeada, no una sino varias veces, según lo relatado en sus conversaciones de aquella época con la secretaria del Presidente, María Cantero.
El tratamiento estético en cuestión consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre del paciente, generalmente de un brazo, seguida de la centrifugación de la sangre para separar el plasma rico en plaquetas (PRP). Luego, el plasma es preparado y mezclado con otros agentes activadores para su aplicación en las áreas a tratar a través de microagujas. Una de las posibles complicaciones es la aparición de hematomas en la zona tratada. Este procedimiento no se recomienda en personas que toman anticoagulantes o que consumen alcohol en exceso, ya que afecta la coagulación de la sangre, debilita los vasos sanguíneos y aumenta la probabilidad de moretones.
El registro de ingreso a la Residencia Presidencial de Olivos (RPO) muestra que la cosmetóloga estuvo en el lugar el 19 de junio de 2021, entre las 13:16 y las 16:00 horas. Las fotos que Yáñez le envió a María Cantero son del 22 de junio. Además, la niñera de Francisco Fernández Yáñez también ha testificado en la misma dirección.
¿Alguien vio los golpes?
Hasta el momento, ninguna de las personas que han declarado en la causa, que el juez Julián Ercolini delegó en el fiscal Ramiro González, afirmó haber visto las agresiones denunciadas. El exintendente de la Residencia Presidencial de Olivos, Daniel Rodríguez, comentó que había un mal clima entre la pareja desde que Fabiola organizó la fiesta de cumpleaños y que él cometió el error de permitirla. Rodríguez agregó que el ama de llaves le informó que Yáñez se había caído dos veces en la bañera y le sugirió que se lo contara al Presidente.
El ama de llaves mencionada por Rodríguez es la Testigo A, cuya identidad se mantiene reservada. Durante más de una década trabajó en el departamento de Fernández en Puerto Madero y luego fue contratada en la RPO. Su relato ante el escribano no atribuye los moretones ni a golpes ni al tratamiento estético, sino a las caídas, que, a su vez, atribuye a la ebriedad de Yáñez.
Algunos fragmentos de la declaración de la Testigo A, identificada como Teresa, son los siguientes:
- «Le salían los golpes luego de las caídas que sufría por la ingesta de alcohol».
- «Un día Yáñez se había quedado hasta muy tarde con sus amistades y cuando la fui a buscar, la encontré tirada en el piso en medio de las plantas en la zona de la pileta».
- «Cada vez que se reunía con sus amigas, terminaba tomando demasiado».
En una ocasión, en la residencia de Chapadmalal, «tomó alcohol hasta el amanecer con su hermana Tamara y, en un momento de la madrugada, bajó en estado de ebriedad a donde yo me encontraba cuidando al niño para llevarlo con ella. Subió al primer piso quedándose sola con el bebé y se le cayó». No hubo otra consecuencia que un chichón.
«Yo me ocupaba de limpiar y ocultar todas las bebidas y vasos para que el Doctor Fernández no se enterara». Yáñez guardaba el alcohol bajo llave en la casa de huéspedes, donde había un armario en el vestidor. El peluquero se lo llevaba a escondidas. «También su amiga Sofía ingresaba bolsos con bebida alcohólica». «Además, tomaba Rivotril y Clonazepam», que ella le buscaba.
Fernández presentó ante el tribunal veinte fichas médicas del tratamiento que su pareja siguió en 2016 en el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), creado por Facundo Manes, las cuales incluyen anotaciones manuscritas de la paciente.
El informe de Horacio Verbitsky agrega que la niñera de su hijo Francisco, identificada como Testigo G, sostiene que Yáñez desatendía al bebé y que en más de una ocasión debió sostenerla porque llegaba borracha. También dijo que vio varias veces a su empleadora mientras le realizaban el tratamiento estético de PRP, después del cual le quedaban moretones en los ojos. Fernández afirma que entregó el testimonio de ambas mujeres ante un escribano, el cual deberá ser ratificado ante el tribunal, debido a su profunda desconfianza en el juez y el fiscal.
Según la señal de noticias por cable de La Nación, con la declaración de la Testigo A ofrecida por Fernández, «comienza la operación de desprestigio» contra Yáñez. Ese medio no solo da por probada la denuncia. El linchamiento mediático del Doctor Fernández, quien ya ha sido condenado en el liviano tribunal de los opinators, procura destruir no solo al expresidente, sino a todo el peronismo, comenzando por Cristina.
Fuente: Horacio Verbitsky