Hace más de 30 años, todos los miércoles frente al Congreso, surgió la figura de Norma Pla, quien lideró los reclamos de los jubilados en pleno ajuste menemista. Incluso arrancó lágrimas al entonces superministro de Economía, Domingo Cavallo, cuando le narró cara a cara el sufrimiento de los jubilados.
Este miércoles, un grupo de jubilados se manifestó en las calles, exigiendo una respuesta por parte del gobierno. Si la única respuesta es el veto, es probable que los gritos aumenten.
Hoy, miércoles, el jefe de Gabinete expone por primera vez en la Cámara Baja para defender los principales ejes de la gestión libertaria. A las 15 horas, agrupaciones de jubilados y movimientos sociales marcharán desde el Congreso a Plaza de Mayo en rechazo al veto a la ley de movilidad jubilatoria.
Con el veto presidencial a la mejora de sus haberes como telón de fondo, los jubilados salieron a las calles. Gritaron, se movilizaron y se hicieron visibles.
El dinero que reciben mensualmente los condena a una vida llena de penurias. Esto ha sido cierto desde hace años, pero en momentos de recesión y crisis, como el actual, sus sufrimientos se intensifican.
La gran mayoría sufre en silencio. Los jubilados no hacen piquetes, no cortan calles ni puentes. No gritan. Pero no hay quien no tenga un jubilado en su familia. Muchos tienen que ayudarlos económicamente, pero cada vez son más quienes no pueden, porque apenas llegan a fin de mes. Entonces, la voz de los jubilados comienza a resonar.
Javier Milei quizá debería tomar nota de que, a pesar de lo que se cree, la fuerte caída de la popularidad de Macri comenzó a fines de 2017, cuando presentó su proyecto de ley jubilatoria, que, pese a la lluvia de piedras sobre el Parlamento, fue leído como un intento de meterles la mano en el bolsillo a los jubilados.
Por esa misma imposibilidad de gritar, los jubilados generan empatía. Son uno de los sectores más vulnerables de la sociedad y con menos defensas.
Sin embargo, hoy el Gobierno descartó la posibilidad de un nuevo bono para los jubilados tras el veto de Javier Milei. La versión de un posible bono fue desactivada por el vocero presidencial Manuel Adorni. «Hoy no están dadas las condiciones para que eso ocurra», afirmó.
Manuel Adorni aclaró este miércoles que el Gobierno no analiza un nuevo bono para los jubilados después del veto presidencial a la movilidad jubilatoria aprobada por el Congreso. «No. Todo aumento que haya para los jubilados, o en este caso un bono, estará siempre atado al superávit fiscal, y hoy no están dadas las condiciones para que eso ocurra», dijo el funcionario de La Libertad Avanza en su habitual conferencia de prensa.