El presidente Javier Milei recibió en la Quinta de Olivos a los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones). El encuentro fue una ocasión para continuar negociando el ajuste.
Primero, fueron «los 87 héroes» que votaron contra un aumento miserable para las y los jubilados, a quienes convocó a una cena en Olivos. Ahora, son los cuatro gobernadores del peronismo que ayudaron a convalidar el veto a la ley de Financiamiento Universitario.
Con el objetivo de reforzar sus alianzas en el Congreso, el presidente recibió a Jaldo, Sáenz, Jalil y Passalacqua, cuyas actuaciones han sido repudiadas en medio de la ola de protestas en universidades de todo el país.
Con La Libertad Avanza como minoría en el Congreso, el Gobierno ha tejido alianzas con parlamentarios de otros bloques para que sus iniciativas, desde la Ley de Bases en adelante, prosperen. En este encuentro también participaron la hermana del presidente y Toto Caputo.
El gobernador tucumano, Jaldo, ya es considerado parte del círculo de confianza del Gobierno, que cuenta habitualmente con los votos de los tres diputados del bloque “Independencia”. En cuanto a Sáenz, su contribución fue la ausencia de la diputada Yolanda Vega, del bloque Innovación Federal. Por su parte, Jalil facilitó la salida de la diputada Fernanda Ávila, del bloque Unión por la Patria, quien se retiró del recinto. Passalacqua, por su lado, aportó las abstenciones de los diputados Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruíz y Daniel Vancsik, todos del bloque Innovación Federal.
Estos gobernadores y sus diputados aliados han optado por mantener un bajo perfil para disimular su complicidad ante las movilizaciones estudiantiles en sus respectivas provincias.
Los nuevos “gobernadores héroes” vienen a reforzar los lazos con el mileísmo. El objetivo del Gobierno es asegurar el apoyo de estos mandatarios norteños para dos grandes temas que se avecinan: el Presupuesto 2025 y la Ley de Reformas ideada por Federico Sturzenegger. Consultado sobre si apoyará el presupuesto, el gobernador de Salta afirmó: “Por supuesto que sí, siempre y cuando estén incluidas todas las obras que corresponden a cada una de las provincias, tal como se comprometió el Gobierno nacional”.
Políticamente, el encuentro con los gobernadores representa una jugada del Ejecutivo para mostrar que no depende exclusivamente de las negociaciones con Mauricio Macri y el PRO.
La cena de Milei con los gobernadores peronistas, que le sostienen los vetos, es una afrenta a los miles de estudiantes, docentes y no docentes que se movilizan reclamando un mayor presupuesto para las universidades públicas. También es una ofensa para los jubilados, a quienes les están quitando el pan y los medicamentos. Esta escena muestra, una vez más, la obscenidad de quienes pactan un ajuste contra el pueblo trabajador a pedido del FMI y los grandes empresarios.