Por Roberto Chuchuy
Este gobierno prometió bajar la inflación y no lo cumplió. Pero vamos a creerles que las mediciones les dieron 2,7%. Si vemos así los números, pareciera que cumplieron.
No olvidemos que el «riesgo país» en la época de Fernando de la Rúa era un tema instalado en la sociedad, aunque no entendiéramos bien qué significaba. Pero en la televisión lo repetían a toda hora y todos los días.
Aquel riesgo país que fue tapa de los diarios en aquellos años, hoy te dicen que está a la baja.
Baja la inflación, baja el riesgo país, y el dólar se mantiene. ¿Había prometido este gobierno que el dólar no se dispararía? Sí. ¿Cumplió? Sí.
Si baja el riesgo país, se mantiene el dólar y baja la inflación, y al mismo tiempo los bonos y las acciones vuelan, están todos contentísimos. Y uno se pregunta: ¿esto funciona para todos, o solo para unos pocos? ¿De qué sirve que suban los bonos para el beneficio del pueblo?
Tenemos una inflación del 2,7%, pero vivimos mucho peor que en noviembre de 2023. En ese mes teníamos una inflación del 8,3%, y aunque no vivíamos bien, la situación actual es aún más dura. Hoy, con una inflación del 2,7%, hay más pobreza, más desempleo, más desigualdades, y el dinero no alcanza para llegar a fin de mes. Ese 2,7% no se ve en los almacenes ni en los supermercados.
El ama de casa, el trabajador, cuando hablan de inflación, se refieren a los precios de la leche, el pan, el supermercado. No hablan de otras variables económicas, y esa medición de la inflación no representa su realidad.
Y aquí está el meollo del asunto. La inflación está a la baja, pero los precios están imparables.
Es necesario desmontar el discurso y el relato del mercado que se impone con este gobierno. Va en contramano de la realidad, porque mientras baja el riesgo país, suben la pobreza, el desempleo y la desigualdad. Disminuye el consumo de alimentos, de leche, por ejemplo. Sin embargo, el país está «menos en riesgo». Es increíble cómo nos mienten.
Durante los cuatro años del gobierno de Alberto Fernández, la inflación acumuló un 221%. Indumentaria, restaurantes, hoteles y alimentos son los rubros que más subieron. En menos de un año de gobierno, Milei bajó la inflación al 2,7%, pero indumentaria, restaurantes, hoteles y alimentos siguen siendo los que más suben. Y nos engañan con la «mentira» de la inflación baja para que el mercado se divierta con un supuesto apoyo al gobierno.
Una familia necesitó $986.586 para no caer en la pobreza. Un hogar tipo requirió más de $434.620 para no estar bajo la línea de pobreza.
Hay muchos casos en que, aunque trabajen dos personas en la familia, no se llega a reunir un millón de pesos.
En 2023, con el dinero que tenés hoy, comprabas tres canastas, y ahora solo podés comprar una. La inflación del 2023 era más alta que la de hoy. Eso merece una explicación, pero parece que es solo para los que no quieren entender. ¿Entonces, cuál es el parámetro económico con el que dicen que Argentina está mejor o peor? No digo que en 2023 estuviéramos bien. Digo que prometieron bajar la inflación, perfecto, pero a cambio aumentaron la pobreza. Cada vez menos jóvenes estudian, quitaron los medicamentos a los jubilados, no aumentaron las jubilaciones, les congelaron el bono, y los jubilados cada vez viven peor.
Ahí es donde debería centrarse la discusión en Argentina. Lo que tiene que subir es el salario, porque si baja la inflación, pero el salario también baja, seguimos igual. Este es el problema: este gobierno no distribuye, primero por una cuestión ideológica, porque no cree en que todos merecemos oportunidades.
Finalmente, vemos una lógica muy similar a la de los años 90: una clase media alta que no para de consumir en determinados barrios y en algunos restaurantes del centro de nuestra ciudad y de las principales ciudades del país. Pero si salís de la ciudad, la pobreza aumenta, y cada vez más gente vive en situación de calle, como en aquellos años.
Chau, me voy. «Viva la inflación». Yo no voté a Milei. La inflación no nos sirve para nada. Si la economía no es para que el pueblo viva mejor y solo sirve como negocio de unos pocos, no sirve.