El PAMI anunció que restringirá la entrega de medicamentos a los jubilados y pensionados cuyos ingresos netos sean menores a 1,5 haberes previsionales mínimos, es decir, menos de 388.500 pesos.
Quienes cumplan con estos requisitos deberán realizar un trámite de inscripción para solicitar el “subsidio social”. Sin embargo, para calificar en este beneficio, los afiliados no podrán estar inscriptos en una prepaga, poseer más de un inmueble, tener un vehículo con menos de diez años de antigüedad ni ser propietarios de bienes de lujo.
Los jubilados enfrentan cada vez más dificultades económicas debido a la suspensión de aumentos en sus haberes, lo cual refleja, según críticos, una política estatal de desatención hacia este sector. “Es parte de una visión del Gobierno que implica el retiro del Estado de la vida de los argentinos”, señalaron fuentes relacionadas con la gestión anterior.
En contraste, durante el gobierno anterior, se realizaban inversiones significativas para los jubilados. “Los medicamentos eran gratuitos para la gente, pero el Estado los adquiría en mejores condiciones, negociando con los laboratorios, lo que permitía bajar los precios y garantizar la sustentabilidad de esta política”, explicó una fuente.
Por su parte, la diputada Luana Volnovich, exdirectora ejecutiva del PAMI, destacó que su gestión terminó con “un superávit de 250 mil millones de pesos”.
“Es falso que no haya plata. El problema es definir prioridades: hacia dónde se destinan los recursos y cómo se gobierna. ¿Se gobierna para los ricos o para los jubilados?”, cuestionó.
Volnovich agregó que las finanzas del PAMI están directamente relacionadas con la recaudación fiscal del país. “Cuando a Argentina le va bien, al PAMI le va bien; pero cuando al país le va mal, al PAMI le va peor. Todas las decisiones económicas impactan en la institución. Por ejemplo, el Impuesto PAIS incluía una asignación al PAMI. Sin embargo, esto no se prorrogó para beneficiar a los importadores, lo que ha generado una disminución en los ingresos. Hoy, un jubilado cobra menos de 300.000 pesos y, lo peor, no recibe los medicamentos que necesita”.
Finalmente, Volnovich señaló: “La doble cara de este Gobierno es alarmante. Hay 5 millones de jubilados que ya han tenido que volver a pedir ayuda a sus hijos. Es un grado de insensibilidad que, aunque no me sorprende, sigue siendo indignante”.