El proyecto de «Ficha Limpia», que busca impedir que candidatos condenados por delitos de corrupción puedan postularse a cargos públicos, fracasó en su intento de avanzar en la Cámara de Diputados. La sesión no logró el quórum necesario, ya que, pasada la media hora reglamentaria, los legisladores presentes sumaban 128, uno menos de lo requerido para iniciar la discusión.
Casi todos los bloques contribuyeron al fracaso de la sesión, incluidos los mismos convocantes. Pro y La Libertad Avanza (LLA) tuvieron cinco ausentes, mientras que la UCR fue una de las pocas bancadas con asistencia perfecta. Por otro lado, Encuentro Federal (EF) registró cinco ausencias, al igual que sectores como Democracia, la Coalición Cívica (CC), un diputado santacruceño, tres de Independencia, ocho de Innovación Federal (IF), los cinco representantes de la Izquierda y los 99 de Unión por la Patria (UP).
El factor peronista y las ausencias clave
Una nota de color la dieron los tres diputados peronistas tucumanos, aliados del gobernador Osvaldo Jaldo (bloque Independencia), quienes suelen acompañar a La Libertad Avanza en sus votaciones. También llamó la atención la ausencia de todos los miembros de Innovación Federal, entre ellos los salteños Pamela Calletti, Pablo Outes y Yolanda Vega, además de legisladores de Río Negro y Misiones. Cabe recordar que estos últimos habían votado previamente a favor del oficialismo en temas clave como los vetos presidenciales a la reforma previsional y el financiamiento universitario.
El oficialismo, la oposición y las tensiones políticas
El oficialismo no hizo esfuerzos significativos para alcanzar las mayorías necesarias que desarticularan las iniciativas opositoras, en contraste con otras ocasiones donde buscaron alianzas para aprobar proyectos estratégicos. El bloque de 99 integrantes liderado por Germán Martínez decidió no ingresar al recinto, argumentando que el proyecto impulsado por Pro representa un ataque directo a Cristina Fernández de Kirchner.
Por otro lado, algunos gobernadores al término de sus mandatos buscan postularse a cargos legislativos, aunque enfrentan procesos judiciales por corrupción. Esta dinámica genera una suerte de complicidad entre oficialismo y oposición, que priorizan sus intereses sobre el avance del proyecto.
Posturas divergentes sobre «Ficha Limpia»
El kirchnerismo presentó un dictamen propio que establece que únicamente una condena firme de la Justicia –es decir, cuando se hayan agotado todas las instancias judiciales– debería inhabilitar a un candidato. Además, propuso incluir en los alcances de la «Ficha Limpia» a condenados por delitos económicos, como infracciones a regímenes cambiarios y aduaneros, entre otros.
Por su parte, Pamela Calletti, diputada de Innovación Federal, destacó que su proyecto amplía el concepto de inhabilitación no solo a los delitos de corrupción, sino a cualquier tipo de delito doloso. “¿Por qué el empresario que paga coimas a un político corrupto puede ser candidato en Argentina? ¿Por qué un pedófilo o delincuente sexual sí podría postularse? Nadie sabe explicarlo”, señaló al justificar su inasistencia en la sesión.
El fracaso de esta sesión refleja las tensiones políticas y las estrategias de bloques que priorizan intereses sectoriales. Si bien la “Ficha Limpia” podría ser un paso hacia la transparencia, su avance depende de acuerdos genuinos entre oficialismo y oposición, más allá de las disputas coyunturales.