La Justicia salteña, considerada uno de los pilares del conservadurismo local, junto con la influencia del poder político y de la jerarquía católica, habría logrado, con el pretexto de una enfermedad y el deterioro de su salud, que Gustavo Óscar Zanchetta fuera autorizado a viajar a Roma para un tratamiento médico. Aunque aún no hay información oficial, trascendió que el permiso fue concedido por el Tribunal de Impugnación.
Zanchetta, quien fuera condenado por abuso sexual contra dos seminaristas en Orán y ampliamente repudiado por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, recibió este beneficio tras alegar problemas de salud. Fue condenado el 4 de marzo de 2022 por la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán a 4 años y seis meses de prisión efectiva. La noticia fue revelada por el periodista José Corbacho, aunque no hubo comunicación oficial por parte del Poder Judicial. El medio Salta/12 solicitó más información al respecto, pero hasta ahora no obtuvo respuesta.
Cuatro meses después de ser condenado, Zanchetta obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, concedido por el mismo tribunal que dictó la sentencia. Según su abogado, Darío Palmier, el prelado sufría un «delicado estado de salud». Durante más de un mes estuvo internado en una clínica privada debido a un pico de hipertensión, y posteriormente fue trasladado al Monasterio Nuestra Señora del Valle para continuar con el arresto domiciliario.
Esta vez, trascendió que Zanchetta solicitó permiso para realizarse un tratamiento médico o cirugía en Roma. En principio, el Tribunal de Juicio rechazó el pedido, pero la defensa apeló, y el Tribunal de Impugnación finalmente autorizó la salida del país.
El exseminarista Kevin Montes, representante de la Red Nacional de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico en Salta, afirmó que Zanchetta estaría en Roma desde hace dos semanas, según información de una fuente canónica. Montes, testigo clave en el juicio contra Zanchetta y quien también relató haber sido víctima del obispo, expresó su indignación:
«Repudiamos lo que acaba de hacer el juzgado, los jueces, los fiscales, con el obispo Gustavo Óscar Zanchetta. Hace dos semanas que está instalado en Roma. ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Cómo? Si está condenado. Aunque no haya una sentencia firme, fue condenado.»
Montes también criticó los privilegios de los que ha gozado Zanchetta:
«Estuvo en un convento con todos los beneficios y privilegios que cualquier ciudadano común condenado no tiene. ¿Por qué se fue? ¿Quién autoriza todo esto? ¿El obispo Luis Antonio Scozzina, quizás? ¿Quién paga los fondos para este viaje? ¿La Iglesia? ¿El mismo Papa Francisco? ¿O será la señora que va a misa todos los domingos y pone sus últimos 100 pesos o sus últimas dos monedas?»
Además, Montes cuestionó que no se haya especificado qué dolencia será tratada en Roma y criticó la falta de claridad tanto de la justicia como de la Iglesia diocesana de Orán:
«Nadie es claro con todo esto. Ni la justicia ni la Iglesia diocesana de Orán.»
La decisión judicial ha sido cuestionada no solo por la falta de información, sino también porque no se explicó por qué Zanchetta no podía recibir tratamiento médico en Argentina.
«Exigimos como Red una respuesta para los sobrevivientes,» concluyó Montes.