El candidato a concejal por el Frente Justicialista Salteño cuestionó el modelo municipal actual, criticó el impuestazo y planteó la necesidad de modernizar la gestión pública. Llamó a frenar la motosierra y a construir una ciudad más justa, descentralizada y con participación ciudadana rea
Durante su entrevista en ELCRONISTARADIO, Ignacio “Nacho” Palarik, candidato a concejal por el Frente Justicialista Salteño, expresó con claridad su visión sobre el estado actual de la ciudad de Salta y los desafíos urgentes que enfrenta la gestión municipal.
“Tenemos una carta orgánica anacrónica, de 1987, que limita al municipio a funciones básicas como el alumbrado, barrido y limpieza. Hoy, una ciudad como Salta, que supera los 800.000 habitantes, no puede seguir funcionando con ese esquema”, afirmó.
Palarik, de 39 años y con una larga trayectoria en la militancia social desde su adolescencia, subrayó la importancia de recuperar la política “desde la solidaridad, el compromiso y la indignación frente a la injusticia”. En ese sentido, denunció el vaciamiento de funciones municipales, la privatización de servicios estratégicos y la falta de un modelo de desarrollo económico local: “Agrotécnica Fueguina, la terminal, el transporte… todo está en manos privadas y el municipio se desentiende”.
Uno de sus principales compromisos, en caso de asumir, será impulsar la derogación del impuestazo del 1200% en el impuesto inmobiliario: “Es brutal y violento. Hoy hay jubilados que deben elegir entre comprar medicamentos o pagar los impuestos”.
Palarik también apuntó contra la falta de controles y denunció la connivencia política con sectores sospechados de corrupción: “Es escandaloso que alguien vinculado al narcotráfico haya terminado manejando la Auditoría de la provincia y sea apoderado del partido del gobernador”.
En materia de transporte, propuso una reorganización integral del sistema: “Salta necesita carriles diferenciados y un esquema donde el transporte pesado circule por fuera del microcentro. Hay que avanzar en la descentralización real de los servicios”.
Finalmente, al referirse al legado del Papa Francisco, recientemente fallecido, lo definió como “una de las pocas alegrías colectivas que tuvo la Argentina en los últimos tiempos” y valoró su compromiso con la agenda de tierra, techo y trabajo: “Nos deja la responsabilidad de levantar esas banderas y llevarlas a la victoria”.



