El candidato a senador provincial por Salta Capital pasó por El Cronista de Salta y denunció la concentración de poder en el Ejecutivo, criticó el voto electrónico, propuso una reforma profunda de la ley electoral y defendió la militarización de las fronteras ante el avance del narcotráfico.
El abogado y candidato a senador provincial, Fernando Lardies, pasó El Cronista de Salta (FM Ya 97.5) para expresar sus principales propuestas y críticas al sistema político actual. Fiel a su estilo directo y técnico, Lardies apuntó con dureza a la falta de independencia de poderes en la provincia, denunciando que “el poder legislativo está absolutamente cooptado por el Ejecutivo” y que “los representantes se eligen por su popularidad, no por su capacidad para legislar”.
En este sentido, propuso una reforma estructural de la ley electoral 6444, que calificó como “un sistema armado por Romero en el ’87 que distorsiona la representación”. Según explicó, la actual distribución de bancas en la Legislatura favorece a los departamentos menos poblados y permite al gobernador asegurar mayorías con facilidad, en desmedro de la proporcionalidad y la representatividad del voto.
Sobre el voto electrónico, Lardies fue tajante: “Estoy totalmente en contra. Es costoso, opaco, y no permite a los partidos ejercer control. Debe volver la boleta única de papel”. Además, denunció que el Tribunal Electoral “está compuesto por jueces designados por el gobernador, que cobran doble sueldo y actúan sin independencia”.
En el plano de la seguridad, defendió la militarización de las fronteras ante la falta de recursos de Gendarmería. “Argentina enfrenta amenazas de organizaciones criminales y narcoterroristas. La presencia del Ejército en zonas fronterizas, aunque discutida, tiene respaldo en tratados internacionales que permiten su intervención en estos casos”, argumentó, diferenciándose de sectores que acusan una violación de la ley de seguridad interior.
Lardies también cargó contra el gasto público en elecciones cada dos años, y recordó que, como convencional constituyente, votó en contra de esa periodicidad: “Estamos en emergencia económica, no podemos darnos el lujo de gastar 8 mil millones en cada elección”.
Por último, abogó por una mayor igualdad de género en el Senado, un sistema judicial independiente, y un control real del uso de fondos públicos. “La institucionalidad no se declama, se construye con leyes claras, controles eficaces y debate parlamentario, que hoy brilla por su ausencia”, concluyó.




