Es probable que el fastidio por todo lo que anda mal, comenzando por la microeconomía, se ensañe esta vez con intendentes y gobernadores, que son más visibles en cada pueblo del país que las lejanas autoridades nacionales. La esperanza, después de todo, suele ser lo último que se pierde.

Otro canto podrá oírse en 2027, cuando sea posible hacer un balance completo del primer mandato. De mejorar su representación legislativa, los hermanos Milei se proponen extender el alcance de su motosierra con reformas laborales, previsionales y tributarias, con las que pretenden cerrar el ciclo abierto hace ocho décadas por Juan Perón y regresar a su idealizada Argentina del primer centenario, que era como un emirato agrícola-ganadero, con tanta riqueza como miseria y polarización. Creen que para ello les bastaría con obtener un tercio en cada Cámara, de modo de impedir el rechazo a sus vetos en defensa de los decretazos.

El pronóstico indica que el segundo período que les resta por gobernar a los hermanos Milei será peor que el período 1925-1926, porque su satánico programa ultraliberal explotará con consecuencias impredecibles, como ocurrió en 1973, 1983 y con los finales de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, después del saqueo.

Los personajes son los mismos: los Caputo, los Bullrich y los Sturzenegger son los mismos de Mauricio Macri y hoy de los hermanos Milei.

Se avecina lo mismo, la misma película: resistencia y tragedia. Ojalá que no.

Fuente: El Virginiano

Entrada Relacionadas