La entrevista de Walter Wayar en FM Noticias, con el periodista Javier Verón, pareció más una radiografía de la política salteña que un simple análisis electoral. El exvicegobernador habló sin rodeos: el peronismo perdió por su propia incapacidad de construir unidad, por la soberbia de algunos dirigentes y por la renuncia a elaborar un proyecto colectivo. Su diagnóstico no es nuevo, pero cobra fuerza en un contexto donde las urnas volvieron a confirmar lo que muchos intuían: la división interna del PJ lo llevó a la irrelevancia electoral.

Wayar fue claro al señalar los errores: “No pudimos construir una unidad basada en un programa electoral”. Las alianzas —dijo— se gestaron desde la rosca y no desde la convicción. Se priorizaron los egos sobre las ideas, los intereses personales sobre los colectivos. Y en esa lógica, los sectores se multiplicaron y la identidad peronista quedó disuelta entre candidaturas y campañas electorales improvisadas.
El contraste con La Libertad Avanza es brutal: un sello vacío, candidatos desconocidos, pero una marca política que logró captar el malestar social. “Nos gana un sello porque no demostramos ser capaces de reconstruirnos”, admitió Wayar. La autocrítica va más allá de los resultados: señala un problema estructural, el divorcio entre la dirigencia y la gente, entre los discursos de unidad y la práctica sectaria de quienes se creen “los dueños del peronismo”.
En Salta, tres listas que decían representar la misma tradición política compitieron entre sí, debilitando toda posibilidad de disputar el voto popular. Wayar insistió en que el peronismo necesita “unidad con contenido”, no un simple amontonamiento de nombres. Y advirtió que la falta de renovación real —con cuadros formados y no figuras improvisadas— profundiza la crisis de representación.
En su tono, firme y dolido, dejó una última lección: las derrotas solo sirven si se aprenden.
La política salteña, y el peronismo en particular, deberán decidir si siguen prisioneros de los egos o si se atreven a reconstruirse desde la humildad, la autocrítica y un proyecto que vuelva a hablarle al pueblo.
Salta, 27 de octubre de 2025 —



